07 Noviembre 2008
UN DOLOR DE CABEZA. El sector de finanzas fue uno de los más afectados por la pérdida de empleos. REUTERS
WASHINGTON, Estados Unidos.- El desempleo se disparó un 6,5 % en octubre en Estados Unidos, su mayor nivel en más de 14 años, con una ola de supresiones de trabajos digna de una profunda recesión, que confirma la dura tarea que le espera a la futura administración de Barack Obama.
La primera economía mundial perdió 240.000 empleos. Desde enero, empresas y administraciones despidieron cada mes más de lo que contrataron, según cifras publicadas por el departamento de Trabajo. El número de desempleados creció así hasta un nivel desconocido desde marzo de 1994. En septiembre, la tasa de paro había sido estimada en 6,1 %.
El departamento de Trabajo destacó la fuerte aceleración de la degradación del mercado del empleo desde finales del verano boreal: si 1,2 millones de puestos fueron suprimidos desde principios de año, más de la mitad de esta baja tuvo lugar en los últimos tres meses.
El economista Stephen Gallagher reveló que hay que remontarse al cuarto trimestre de 2001 para encontrar despidos tan masivos. Para él la cuestión es saber si van a superarse los niveles de aquella época -la última recesión estadounidense- lo que le parece posible.
Raros son los sectores económicos no afectados por las supresiones: sólo las minas, la educación, la salud y los servicios públicos fueron creadores netos de empleo en octubre. El sector terciario, que representa cerca del 85 % del trabajo, se encuentra particularmente afectado: ha perdido 108.000 puestos, tras la pérdida de 201.000 puestos del mes anterior.
Las mayores bajas se observaron en el comercio minorista (38.100 puestos suprimidos), golpeado por la caída del consumo de los hogares; en las finanzas (24.000), donde se inició la crisis; y en los servicios a empresas (45.000), señal de una caída de la actividad. Crónicamente afectada, la industria continuó destruyendo empleos masivamente: 132.000 el mes pasado, tras los 83.000 de setiembre. (AFP-NA)
La primera economía mundial perdió 240.000 empleos. Desde enero, empresas y administraciones despidieron cada mes más de lo que contrataron, según cifras publicadas por el departamento de Trabajo. El número de desempleados creció así hasta un nivel desconocido desde marzo de 1994. En septiembre, la tasa de paro había sido estimada en 6,1 %.
El departamento de Trabajo destacó la fuerte aceleración de la degradación del mercado del empleo desde finales del verano boreal: si 1,2 millones de puestos fueron suprimidos desde principios de año, más de la mitad de esta baja tuvo lugar en los últimos tres meses.
El economista Stephen Gallagher reveló que hay que remontarse al cuarto trimestre de 2001 para encontrar despidos tan masivos. Para él la cuestión es saber si van a superarse los niveles de aquella época -la última recesión estadounidense- lo que le parece posible.
Raros son los sectores económicos no afectados por las supresiones: sólo las minas, la educación, la salud y los servicios públicos fueron creadores netos de empleo en octubre. El sector terciario, que representa cerca del 85 % del trabajo, se encuentra particularmente afectado: ha perdido 108.000 puestos, tras la pérdida de 201.000 puestos del mes anterior.
Las mayores bajas se observaron en el comercio minorista (38.100 puestos suprimidos), golpeado por la caída del consumo de los hogares; en las finanzas (24.000), donde se inició la crisis; y en los servicios a empresas (45.000), señal de una caída de la actividad. Crónicamente afectada, la industria continuó destruyendo empleos masivamente: 132.000 el mes pasado, tras los 83.000 de setiembre. (AFP-NA)
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