WASHINGTON.- De acuerdo con la agenda del complejo sistema electoral estadounidense, el 15 de diciembre se reunirán los miembros del Colegio Electoral en cada Estado para elegir, en sendas votaciones, presidente y vicepresidente. El 5 de enero de 2009, el vicepresidente (hasta ahora Dick Cheney) le dará carácter oficial al recuento de votos de los electores. El día siguiente, las dos cámaras del Congreso ratificarán el resultado y el 20 tomará posesión el nuevo jefe de Estado.
El Colegio Electoral está compuesto por 538 miembros, asignados a los 50 Estados y el Distrito de Columbia. Para la elección presidencial, cada uno de los 50 Estados (además de Washington DC) tiene un número distinto de delegados. Ese número es el resultado de la suma del número de senadores, que son siempre dos por Estado, y de representantes (diputados), que varía de acuerdo al tamaño de la población de cada Estado. California, el Estado más poblado, designa 55 delegados, mientras que los Estados más chicos tienen sólo tres. Washington D.C., que no tiene representación en el Congreso, también tiene tres delegados.
La opción
Los candidatos presidenciales necesitan 270 votos para ganar la elección. Los electores deben estar registrados a favor de uno u otro aspirante, pero no están obligados de votar consecuentemente. La historia de Estados Unidos registra varios incidentes en que los electores votaron por el candidato que no era del mismo partido en el que se habían registrado.
Tres casos resonantes
En 48 Estados y en Washington DC, el candidato que gana la votación popular gana todos los electores del Estado. No es así en Nebraska y Maine, que tienen un sistema proporcional. Puesto que un candidato podría ganar por una amplia diferencia en algunos Estados y perder en otros por un estrecho margen, el ganador del voto popular podría no tener la mayoría de los votos electorales. El Colegio Electoral ha elegido tres veces a un candidato que ha perdido el voto popular: los republicanos Rutherford Hayes, en 1876; Benjamin Harrison, en 1888 y George W. Bush, en 2000.
Pase al Capitolio
Si ningún candidato recibe una mayoría de los votos electorales, la Cámara de Representantes decide. Si ningún candidato a vicepresidente obtiene una mayoría, el Senado decide entre los dos principales. La Cámara ha sido determinante en el resultado de la carrera presidencial en dos ocasiones: 1800 y 1824. El Senado decidió el vicepresidente en una ocasión, en 1836.
Los autores
Este sistema fue resultado de un compromiso entre los redactores de la Constitución de Estados Unidos, en el siglo XVII, entre los que querían una elección por voto popular y los que querían que los parlamentos de los Estados fueran los que eligieran. Uno de los temores era, en un momento anterior a la existencia de partidos políticos, que el voto popular se diluyera entre una cantidad de candidatos difícil de manejar. (Reuters)