El gol de Colón, a los cinco minutos, condicionó el desarrollo del partido en La Ciudadela. Esa conquista del “Bichi” Fuertes hizo cuesta arriba la marcha de San Martín, que a fin de cuentas rescató un empate gracias a “Trapito” Vega y le regaló un punto a su promedio. Mirando el vaso medio lleno, la consigna de sumar se respetó. Claro que siempre hay lugar para una lectura pesimista, y en este caso quedó la impresión de que era un duelo ganable. Y el “santo” no pudo hacerlo al calor de su gente.
Quedó dicho: la definición de manual de Fuertes modificó todos los planes. El delantero aprovechó una habilitación perfecta y definió con clase. Colón, que venía de arrollar a Argentinos, ratificó que es un equipo peligroso cuando se decide a atacar. El chico Lucas Acosta juega bien. Un ratito más tarde, el “sabalero” tuvo la chance de aumentar, pero Gutiérrez tapó, mano a mano con Rivarola.
San Martín manejó muy bien la pelota. Fue una de los mejores producciones de Patricio Pérez en el club: rápido, vertical para encarar y preciso para habilitar. Cantero lo respaldó con acierto, aunque al anfitrión le faltó más pimienta arriba. La única chance clara del primer tiempo fue un cabezazo de Vega que provocó una descomunal atajada de Pozo.
Fue un partido entretenido, con algunas acciones bien hilvanadas, y en el complemento -llovizna mediante- se sumó el condimento de la emoción.
A los 15’ empató el “santo”: Pérez puso la pelota en el lugar justo del área y ahí estaba Vega, filtrado entre dos zagueros de Colón y astuto para clavar el cabezazo al ángulo.
La media hora decisiva fue de ida y vuelta, aunque vale apuntar que a San Martín le costó generar acciones netas de gol. Hubo un tiro de media distancia de Pérez Castro apenas desviado y un par de entreveros en las cercanías de Pozo durante los instantes finales, ya con “Nico” Herrera en el campo. Colón también hizo lo suyo, y a los 41’ Oyola le cortó la respiración a La Ciudadela: cabeceó afuera cuando el gol parecía inminente.
¿Vaso medio vacío o medio lleno? Se verá cuando llegue el tiempo de los balances.