30 Octubre 2008
El horno crematorio que se instalará en el cementerio San Agustín, en Yerba Buena, podría comenzar a funcionar recién en un año, por lo menos. En la empresa concesionaria de la necrópolis explicaron que todavía falta que sea aprobado el proyecto de la obra edilicia que se construirá en el campo santo y que se concrete el envío del horno, que podría demorar, como mínimo, ocho meses.
Orlando González, de la empresa “San Agustín”, explicó que la obra se desarrollará en una superficie aproximada de 260 metros cuadrados. Contará con cochera cubierta, sala de ceremonia, sala de espera, baños, administración, cámara frigorífica para cuerpos en espera y sala de cremación. El horno funcionará con energía eléctrica trifásica y con gas natural, servicios con los que cuenta el cementerio.
“El cuerpo será introducido al horno con el ataúd. Antes se deberá firmar una declaración jurada en la que se certifique que no tiene marcapasos ni ningún otro tipo de artefacto que funcione con pilas para evitar la contaminación. Además, el horno que vamos a instalar tiene filtros y dispositivos que impiden la emanación de olores y de toxinas”, explicó González.
En 2004, la empresa presentó un pedido de factibilidad en la Municipalidad de Yerba Buena para instalar un complejo crematorio. En diciembre de 2005, la Dirección de Medio Ambiente de la Provincia le otorgó el certificado de Aptitud Ambiental para que se realice la obra. Pero exigió que, para que esta resolución quede firme, la empresa debía presentar el certificado de No Inundabilidad de la Dirección Provincial del Agua. En enero de 2006, la repartición emitió este certificado.
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