Para muchos fue una noche mágica. No sólo por la posibilidad de recorrer distintos museos hasta la madrugada, sino por la gran cantidad de espectáculos en programa. Un desfile de vestuario de época, proyección de imágenes en una cripta a media luz, muestra de fotografías y hasta un recital de coros, fueron algunas de las actividades que sorprendieron anoche a miles de tucumanos y turistas en la llamada Noche de los Museos.
Programado en el marco del II Congreso Argentino de Cultura, el encuentro permitió a la gente ingresar gratuitamente a distintas salas para ver las muestras y exhibiciones ofrecidas. Y el objetivo se cumplió con creces: en todos los museos de la ciudad hubo un desfile incesante de personas, desde las 19 hasta la madrugada.
"Esto es maravilloso. No sabía que Tucumán tenía un sitio tan hermoso. Vale la pena promocionarlo", señaló Alexia Moreno, de 33 años, que visitó la sala La Cripta, ubicada debajo de la capilla del Colegio Tulio. Ese fue precisamente uno de los lugares más visitados por los jóvenes. "Cuando uno desciende por las escaleras va retrocendiendo en el tiempo. Abajo todo se parece a un castillo o una catedral gótica. Me encantó", dijo Luciana Abella, de 18 años, mientras su novio se movía al ritmo de la música de Antoine Nicolau. Allí se exhibieron obras e instalaciones de jóvenes artistas. Una de ellas, que consistía en la proyección en una pantalla gigante del video de una pequeña cascada de agua, provocaba un efecto mágico en la pared más oscura de la cripta y con el piso lleno de agua.
Fotos en el MUNT
Otro de los lugares que convocaron gran cantidad de gente fue el Museo de la Universidad de Tucumán (MUNT). Allí, la muestra de la Bienal de Fotografía y la denominada "Entre manos, garras y pezuñas", asombró sobre todo a los turistas. "Pude darme cuenta de que Tucumán tiene una riqueza cultural enorme", comentó el cordobés Carlos Ahumada. Su mujer Lucía y sus hijos Octavio y Eduardo pasearon por los jardines y quedaron maravillados por la muestra de fotos.
En los museos del centro de la ciudad, la actividad fue aún más frenética. En la Casa Padilla, por ejemplo, se presentó a las 21 un desfile de vestuario de época que atrajo a una verdadera multitud. Actores y modelos vestidos con atuendos del 1800, deambularon por toda la sala atestada de gente y también por la vereda de la Casa de Gobierno, convirtiendo el lugar en una asombrosa postal surrealista.
"Esta experiencia debería repetirse al menos una vez al año, como sucede en Buenos Aires y en otros países de Europa. Los tucumanos tenemos capacidad para organizarla y, por lo que se ve, hay avidez en la gente", dijo Nélida Carrizo, de 56 años. A su lado, un par de adolescentes asintieron e hicieron su propio aporte. "Esto debería exportarse al mundo", señalaron Eusebio Rodríguez y Tamara García, ambos de 15 años.
El Centro Cultural de la UNT también tuvo un desfile constante de gente, aunque según su directora Silvina Fénik, la vorágine comenzó a la tarde, con la visita de delegaciones escolares. "Esta iniciativa demostró ser un éxito", dijo.
La muestra de las randeras de Monteros, en el Museo Folclórico, atrajo la atención sobre todo de las mujeres. "Hay como una magia especial en estas artesanías", manifestó una de ellas.
Por las salas
PIANO Y ARTE.- En el Museo Iramain, la gente pudo disfrutar de la muestra permanente de pintores tucumanos y también de un recital de piano y canto.
LA HISTORIA DE JUANA AZURDUY.- Uno de los espectáculos más aplaudidos por el público fue el unipersonal "Originarias, memorias de la Tierra", que relata la vida de Juana Azurduy y que se realizó en el Museo de la Casa del Obispo Colombres, en el parque 9 de Julio. "Me parece un lugar emblemático. Los tucumanos tienen mucha historia dispersa por toda la ciudad", comentó al final de la puesta Juan Carlos Carrizo, de Mendoza.
PURO CINE.- Además de las fotos de la Bienal y de la muestra permanente del Museo Arqueológico, el Virla preparó una jornada de cine que duró hasta la madrugada. Entre las películas que se vieron estaba "La noche de los lápices".
REP DIBUJO EN EL MUSEO.- El consagrado humorista gráfico Rep atrajo todas las miradas en el Timoteo Navarro cuando terminó anoche de dibujar su Mural del Bicentenario.
HISTORIA, MUSICA Y TEATRO.- La Casa Histórica también vivió una jornada de euforia nocturna. Allí, un público entusiasta pudo ver una obra de teatro y escuchar a un grupo de música latinoamericana que tocó un repertorio variado.
AL RITMO DEL JAZZ.- Los amantes del jazz también tuvieron su momento. Fue a las 22, en el Museo Timoteo Navarro, con la participación de músicos tucumanos.