Hacía más de 10 años que un tenista tucumano no ganaba un Nacional G1 de Menores, el más importante de la categoría. El primero fue Patricio Arquez; ahora Matías Hatem reeditó el logro. La carrera del jugador de San Martín va en ascenso. Matías se coronó en el nacional que se disputó en Salta y trepó al quinto puesto en el ranking argentino.
En su paso por nuestra provincia y en oportunidad de dictar una clínica, Modesto “Tito” Vázquez, ex capitán y jugador del equipo nacional de Copa Davis, tuvo palabras de elogio para este chico de 16 años. “Me gustó muchísimo Matías Hatem -había dicho-. Tiene una muy buena predisposición para entrenarse. Eso es muy destacable”. Y no se equivocó. Al juvenil le apasiona el tenis. Practica de lunes a viernes en doble turno, y los sábados lo hace por la mañana. Pese a ello, el adolescente no abandona a sus amigos y aprovecha el poco tiempo que le queda libre para distenderse junto a ellos los sábados por la tarde y los domingos.
Cuando habla de tenis siempre esboza una sonrisa; al contarle a LA GACETA sobre su logro en tierras salteñas, su rostro se iluminó. “Me sentí cómodo con mi juego en todo el torneo. Por suerte me salieron las cosas muy bien. Estoy feliz de haber logrado esto. Para Tucumán es muy importante porque hace mucho que un jugador no ganaba un G1. El único que lo había logrado fue Patricio Arquez y es un orgullo para mí haberlo ganado después de él”, señaló.
A los 16 años ya piensa como un adulto, y cuando habla lo hace con mucha convicción. “No voy a sentir presión en los próximos torneos por el hecho de haber ganado un G1; todo lo contrario, voy a jugar más tranquilo porque los rivales van a pensar que soy el número cinco”.
En tierras salteñas, Matías mató dos pájaros de un tiro. En sus planes sólo estaba encasillarse entre los 10 primeros del ranking, pero logró más. “Mi objetivo era ese y lo cumplí, pero lo más lindo que me sucedió es que quedé entre los cinco primeros”, enfatizó.
Con experiencia
Matías habló de su evolución desde que comenzó a competir en los nacionales y los errores que corrigió. “Mejoré mucho los golpes, adquirí experiencia en cada torneo porque al principio llegaba hasta octavos de final o a las semifinales. Luego me fui afianzando y aprendí a ganar los partidos que antes me costaba cerrar. Además físicamente mejoré mucho y eso fue fundamental para conseguir los resultados este año”, reconoció el juvenil tenista.
En estos momentos, el menor de los Hatem está compitiendo en el Nacional G2, en Azul (Buenos Aires), pero su mira está puesta en el Nacional G1 que se disputará pronto en Tucumán. Quiere ganarlo y ante un público muy especial: su familia.
Paso a paso
Matías Hatem ganó el torneo en tierras salteñas al vencer en el debut al catamarqueño Oscar Orellana por un doble 6-0. En segunda ronda derrotó a Tomás Caprotta, de Salta, por 6-2 y 6-0. En cuartos de final eliminó al riojano Mauricio Pérez Motta por 6-2 y 6-3. En semifinales dejó en el camino al cordobés Franco Agamenone por 6-1 y 6-1, y en la final batió a José María Paniagua por un doble 6-4.