10 Octubre 2008
SIN SOLUCION. Las alternativas que impulsaron los países para resolver la crisis aún no dieron resultados en los mercados globales. AFP
NUEVA YORK, Estados Unidos.- Wall Street terminó hoy sin dirección clara, luego de una sesión de extrema volatilidad, a la espera de los anuncios de la cumbre del G-7 en Washington. En Europa, en cambio, los retrocesos fueron mucho más acentuados y la mayoría de las plazas registraron bajas históricas. También en Asia se registraron fuertes caídas, con lo que se dio a fin a una semana llena de histeria en todo el mundo.
En la Bolsa de Nueva York el Dow Jones -el índice más importante- perdió un 1,31 %, el Nasdaq ganó un 0,27 % y el Standard & Poors 500 cedió un 0,99 %. Esos fueron los resultados después de una jornada en la que los movimientos fueron impresionantes: con una caída del 8 % en la apertura, los índices pasaron al verde menos de media hora después, para caer nuevamente hacia el fin de la mañana y luego oscilar en torno al equilibrio durante la última media hora de operaciones.
Las espectaculares recuperaciones del Dow Jones al comienzo y al final de la sesión fueron recibidas con expresiones de júbilo y aplausos en el New York Stock Exchang. La frenética caza de oportunidades del final de la sesión benefició a las financieras, principalmente a los tres bancos que entran en la composición del Dow Jones: Bank of America, Citigroup y JPMorgan Chase.
Dramatismo en Europa
En otro orden, la bolsa de Madrid cerró con una caída abismal del 9,14 %. Se trata del retroceso más acentuado del mercado de renta variable español de las últimas décadas, más fuerte incluso que el del "lunes negro" de 1987, cuando se desplomó la Bolsa de Nueva York.
El pánico se apoderó también del resto de bolsas europeas, como la de París o Francfort, que cerraron con pérdidas del 7 %. Londres registró un retroceso más acusado, del 8 %. En Alemania, el DAX, se recuperó después de haberse desplomado hasta un 10,7 % al inicio de sus operaciones. A última hora, el indicador recuperó terreno hasta el 5,7 %, lo que significa una pérdida de un cuarto de su valor.
El dramatismo vivido en las bolsas europeas tomaba matices aún más trágicos en las bolsas asiáticas o de Europa del Este, donde la actividad se cortó en seco a mitad de la jornada. Fue el caso de Moscú, que cerró por tiempo indefinido las bolsas RTS y MICEX ante las veloces caídas. Lo mismo ocurrió en las plazas de Kiev (Ucrania) y San Pablo (Brasil). En Asia las pérdidas bursátiles fueron millonarias y una de la mayores caídas la registró el índice Hang Seng que cerró la bolsa de Hong Kong con una caída del 7,19 %.
Reunión en Washington
La batería de medidas adoptadas esta última semana para atajar la falta de liquidez y reactivar el mercado pasaron de puntillas por el mercado. Ante este panorama, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, convocó de urgencia hoy en Washington a los líderes del G-7 (los países más industrializados del mundo) para analizar las turbulencias que están hundiendo las bolsas y estudiar posibles respuestas.
A la cita en la Casa Blanca acudirán los jefes de Estado o de Gobierno del Reino Unido, de Francia, de Italia, de Alemania, de Canadá y de Japón, además de los dirigentes de sus respectivos bancos centrales. La posición de Washington no es fácil ya que tendrá que hacer frente a las críticas del resto de potencias internacionales, que le reprochan que una crisis originada dentro de sus fronteras haya acabado afectando a todo el sistema. (AFP-NA-Especial-Télam-DPA)
En la Bolsa de Nueva York el Dow Jones -el índice más importante- perdió un 1,31 %, el Nasdaq ganó un 0,27 % y el Standard & Poors 500 cedió un 0,99 %. Esos fueron los resultados después de una jornada en la que los movimientos fueron impresionantes: con una caída del 8 % en la apertura, los índices pasaron al verde menos de media hora después, para caer nuevamente hacia el fin de la mañana y luego oscilar en torno al equilibrio durante la última media hora de operaciones.
Las espectaculares recuperaciones del Dow Jones al comienzo y al final de la sesión fueron recibidas con expresiones de júbilo y aplausos en el New York Stock Exchang. La frenética caza de oportunidades del final de la sesión benefició a las financieras, principalmente a los tres bancos que entran en la composición del Dow Jones: Bank of America, Citigroup y JPMorgan Chase.
Dramatismo en Europa
En otro orden, la bolsa de Madrid cerró con una caída abismal del 9,14 %. Se trata del retroceso más acentuado del mercado de renta variable español de las últimas décadas, más fuerte incluso que el del "lunes negro" de 1987, cuando se desplomó la Bolsa de Nueva York.
El pánico se apoderó también del resto de bolsas europeas, como la de París o Francfort, que cerraron con pérdidas del 7 %. Londres registró un retroceso más acusado, del 8 %. En Alemania, el DAX, se recuperó después de haberse desplomado hasta un 10,7 % al inicio de sus operaciones. A última hora, el indicador recuperó terreno hasta el 5,7 %, lo que significa una pérdida de un cuarto de su valor.
El dramatismo vivido en las bolsas europeas tomaba matices aún más trágicos en las bolsas asiáticas o de Europa del Este, donde la actividad se cortó en seco a mitad de la jornada. Fue el caso de Moscú, que cerró por tiempo indefinido las bolsas RTS y MICEX ante las veloces caídas. Lo mismo ocurrió en las plazas de Kiev (Ucrania) y San Pablo (Brasil). En Asia las pérdidas bursátiles fueron millonarias y una de la mayores caídas la registró el índice Hang Seng que cerró la bolsa de Hong Kong con una caída del 7,19 %.
Reunión en Washington
La batería de medidas adoptadas esta última semana para atajar la falta de liquidez y reactivar el mercado pasaron de puntillas por el mercado. Ante este panorama, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, convocó de urgencia hoy en Washington a los líderes del G-7 (los países más industrializados del mundo) para analizar las turbulencias que están hundiendo las bolsas y estudiar posibles respuestas.
A la cita en la Casa Blanca acudirán los jefes de Estado o de Gobierno del Reino Unido, de Francia, de Italia, de Alemania, de Canadá y de Japón, además de los dirigentes de sus respectivos bancos centrales. La posición de Washington no es fácil ya que tendrá que hacer frente a las críticas del resto de potencias internacionales, que le reprochan que una crisis originada dentro de sus fronteras haya acabado afectando a todo el sistema. (AFP-NA-Especial-Télam-DPA)
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