BUENOS AIRES.- El mundo está en la “cúspide de una recesión global, pero puede resolverla si se actúa con rapidez, decisión y coordinación”, advirtió ayer el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn. En esa coordinación también insistió el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que además pidió a los países más avanzados que no retiren fondos de la ayuda al Tercer Mundo para resolver su propia crisis.
Ambos encabezarán este fin de semana en Washington la reunión conjunta de sus organismos y sus cerca de 200 miembros. Strauss-Kahn aseguró que los pasos de la rapidez y la decisión ya se están dando con medidas como las adoptadas por Estados Unidos y algunos países europeos. “Insto a los países europeos a trabajar juntos. No hay una solución nacional”, explicó Strauss-Kahn, que insistió en que la recuperación podría empezar a llegar a finales de 2009.
El ex ministro francés de Finanzas aseguró que comprendía por propia experiencia lo difícil que es llegar a un acuerdo en el seno de la Unión Europea (UE), pero aseguró que no existe alternativa. “
Garantizó que el FMI está dispuesto a retomar su papel como prestamista para cualquier miembro que lo necesite, un rol que casi había abandonado en los últimos años debido a la bonanza económica mundial. “Tenemos cientos de millones de dólares que podríamos usar en un año o menos”, afirmó ante las dudas sobre la liquidez del organismo.
En el análisis de la situación económica global, el jefe del FMI reconoció que hubo una cadena de errores tanto en los organismos reguladores como en los de control para no detectar las dimensiones de una crisis que ya se considera como la mayor desde la Gran Depresión de los 30.
“Todos nosotros subestimamos la dimensión de esta crisis”, afirmó, aunque agregó que “probablemente el FMI fue el más acertado con un pronóstico más pesimista”.
El dirigente francés aseguró que las lecciones de la crisis son duras. “Hubo un fracaso regulatorio y de supervisión en las economías avanzadas. También un gran fracaso en la supervisión interna de las instituciones financieras. Y un gran fracaso en los mecanismos de los mercados”, expresó. “Por eso, debe empezarse a pensar en las soluciones: mirar más el valor real de los bienes, cambiar el comportamiento de las agencias de calificación de riesgo, cerrar los agujeros en los marcos regulatorios e incrementar la transparencia y la calidad de la información”, afirmó. (NA)