23 Septiembre 2008
Sólo uno no se explayó. Los seis imputados por el homicidio de Adrián Mansilla le juraron al tribunal que eran inocentes, mientras que el testigo clave le pidió disculpas a la familia de la víctima. La expectativa de que uno de los acusados se quebrara quedó trunca. Al menos dos abogados le habían asegurado a LA GACETA que alguno de los imputados finalmente relataría la verdad sobre lo sucedido. La fiscala de Cámara Marta Jerez de Rivadeneira había estado al tanto de la situación, pero finalmente todo quedó en la nada, ya que ninguno se salió del libreto.Miguel "Piki" Orellana, Omar "Anaconda" Carrizo, Marcelo "Mudo" Romano, Angel "Beto" Ibarra, Marcelo "Negro" García y Tomás "Cordobés" Ceballos, en ese orden, se sentaron frente al tribunal integrado por Pedro Roldán Vázquez, Julio Espíndola Aráoz y Carlos Norri, utilizando casi el mismo discurso. Ellos señalaron que eran inocentes y que, durante todo este proceso oral, nadie pudo señalarlos como los autores del crimen."Que Dios los ilumine ahora para que hagan Justicia", les dijo a los jueces el hermano del legislador José Orellana y del intendente de Famaillá, Juan Enrique Orellana quienes, como ocurrió desde que comenzó el juicio, no acompañaron a "Piki". "Espero que Dios les dé la sabiduría necesaria para que deliberen tranquilos y hagan Justicia", señaló Carrizo. García les advirtió a los jueces: "mi inocencia está en sus manos".Las palabras más emotivas fueron pronunciadas por el testigo clave, Carlos "Pirucho" Chávez. "Quisiera pedirle perdón a la familia Mansilla por todo lo que están pasando. Participé involuntariamente en esto. Jamás imaginé que iban a hacer todo esto", argumentó el testigo que permitió el esclarecimiento del caso.Rodríguez, con un simple "no, no", les dijo a los jueces que no haría uso de las últimas palabras que por derecho le correspondían. "Lo que tenía que decir lo dije cuando comenzó el juicio. En aquella oportunidad señalé que era inocente y sigo sosteniendo lo mismo", explicó.
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