El reencuentro con el piano Steinway

Bruno Gelber actuó por última vez en Tucumán en setiembre de 2005. En aquella oportunidad, con un concierto que también incluyó obras de Beethoven, el gran pianista estrenó el flamante piano Steinway que adquirió la provincia.
Un año antes, también en el marco del Setiembre Musical, Gelber estaba tocando el viejo piano Baldwin cuando saltó un pedal. Cortésmente, el reconocido pianista se paró y se fue. Luego hizo declaraciones solicitando un nuevo instrumento. El 14 de agosto de 2005 llegó a la provincia, desde EE.UU., el Steinway & Sons por el que el Estado tucumano pagó U$S 99.900 en la casa central de la firma, en Nueva York. Ese mismo año, el pianista destacó la importancia de que se haya adquirido lo que considera "un piano divino" en la situación en la que estaba el país. "Es un esfuerzo muy grande el que se hizo, aunque este piano no cuesta más que un buen auto importado", dijo en una nueva comparación entre el instrumento y un vehículo. "Espero que lo cuiden bien, porque un piano no es sólo una máquina que hay que comprar; también hay que mantenerlo", añadió.
Este año, el Ente Cultural de Tucumán también restauró el viejo piano Baldwin, que fue usado días atrás en un concierto a dos pianos que brindaron los gemelos Oliver y José María Curbelo.