Morales expulsa al embajador de EEUU por "dividir" a Bolivia

Morales expulsa al embajador de EEUU por "dividir" a Bolivia

El Gobierno denunció que la violencia desatada en cinco regiones busca desencadenar una guerra civil. Un atentado daña el mayor gasoducto y reduce el suministro a la Argentina y a otros países.

INCONTENIBLE. Policías y militares se vieron desbordados por las fuerzas de choque derechistas. REUTERS INCONTENIBLE. Policías y militares se vieron desbordados por las fuerzas de choque derechistas. REUTERS
11 Septiembre 2008
LA PAZ, Bolivia.- El Gobierno boliviano denunció hoy que la violencia desatada en cinco regiones del país con la toma y el saqueo de las empresas públicas busca desencadenar una guerra civil, y el presidente Evo Morales reiteró su pedido de expulsión del embajador estadounidense acusándolo de alentar el separatismo.

"Sin miedo al imperio, hoy declaro al señor Philip Goldberg como persona no grata", dijo Morales en un acto público, e inmediatamente después le solicitó al ciudadano estadounidense que retorne a su tierra. "El busca la división", añadió el mandatario. En Washington, un vocero del Departamento de Estado calificó de infundadas las acusaciones.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en cambio, expresó su apoyo a su colega boliviano. Según el vocero presidencial Iván Canelas, el brote de violencia que estalló antes de ayer con saqueos de oficinas públicas, tomas de plantas petroleras y la ocupación por la fuerza de tres aeropuertos "busca crear condiciones para una especie de guerra civil".

"La estrategia de los alzados es lograr un enfrentamiento con militares y policías", añadió. También el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, lanzó advertencias a los rebeldes. "No vamos a caer en provocaciones fascistas. Actuaremos con serenidad, pero también con firmeza democrática, legal y constitucional".

Horas antes de la seguidilla de declaraciones oficiales, Bolivia vivió un salto cualitativo en la violencia que sacude el país, con el atentado contra el mayor gasoducto. La explosión, registrada en el sur, entre los campos de San Alberto y San Antonio, obligó a reducir en un 10% las exportaciones de gas natural a las naciones vecinas.

Este es el último incidente grave en la escalada que ha llevado a los opositores a asaltar al menos 22 edificios públicos entre el martes y la madrugada de ayer en las regiones de Santa Cruz y Tarija, principalmente, y también en las de Beni, Pando y Sucre. Todas son ricas en recursos energéticos y se oponen a las políticas oficiales.

Las regiones en pugna reclaman la devolución de los ingresos de los tributos petroleros que el Ejecutivo les ha retenido para pagar un bono a los mayores de 60 años. El conflicto se intensificó el 25 de agosto, con el corte de carreteras en el Chaco tarijeño y después en Beni y en Santa Cruz.

Lo cierto es que Bolivia se encamina hacia un fuerte enfrentamiento civil. Mientras los enardecidos opositores a Morales desatan el mismo tipo de violencia de la que acusan al Gobierno, sus seguidores estaban ayer dispuestos a cortar las carreteras para ahogar a Santa Cruz y aplastar la oposición. (Especial-AFP-NA)

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