29 Agosto 2008
AIRE CONTAMINADO. Pese a que la quema ilegal de cañaverales continúa dificultando la visibilidad en el sector del aeropuerto, los vuelos se reanudaron esta tarde. LA GACETA / JOSE NUNO
El aeropuerto internacional Benjamín Matienzo está nuevamente operativo, luego de que fuera reparada la autobomba y se reanudaron los vuelos comerciales hacia y desde Tucumán. Así lo confirmaron autoridades de la Fuerza Aérea Argentina de la terminal aérea local.
Desde Aerolíneas Argentinas indicaron que el servicio 2484, que estaba programado para las 21.40, tiene previsto aterrizar en Tucumán a las 22.20. Este mismo vuelo es que el luego regresa al aeroparque Jorge Newbery.
Mientras que la empresa Andes señaló que el servicio 856, con destino a Jujuy, que debía hacer escala en el aeropuerto tucumano a las 21.15, lo hará a las 23.40.
Durante toda la jornada continuaron las tareas para reparar uno de los camiones hidrantes, indispensable para prevenir un posible siniestro. el jefe de Operaciones, José Norberto Barrera, informó a LA GACETA que con una sola autobomba se puede restablecer la normalidad operativa.
Barrera explicó que los servicios que presta el coche hidrante deben alcanzar un nivel determinado de calidad, por lo que este debe ser sometido a testeos que demandan mucho tiempo. "Esto es algo muy serio, del que dependen las naves y los pasajeros. Hay que garantizar la seguridad, cumpliendo con todas las normas", justificó.
Peligro permanente
Los vuelos hacia Jujuy, Santiago del Estero y Buenos Aires se encuentraban anulados desde el miércoles a la tarde, cuando una de las autobombas quedó inutilizada luego de sofocar un incendio de pastizales en una finca de caña. La otra estaba fuera de servicio desde hace unos días atras, por una rotura del motor.
En las últimas tres jornadas, sólo despegaron y aterrizaron aviones de pequeño porte, como los que llevan a los empleados de La Alumbrera hasta la mina, en Catamarca, y jets privados.
“El aeropuerto tiene una categoría de seguridad contra incendios de nivel 7, más alto que la media. Pero con este inconveniente ese estatus desciende a cinco y sólo estamos en condiciones de recibir aviones que no superen los 18 metros de largo por tres de envergadura (la distancia entre ala y ala)”.
El director de Operaciones comentó que todos los años hay incidentes por la quema de cañaverales. “La pista de aterrizaje está rodeada de fincas donde se producen incendios que reducen la visibilidad de los pilotos. Es un peligro permanente”, advirtió. LA GACETA ©
Desde Aerolíneas Argentinas indicaron que el servicio 2484, que estaba programado para las 21.40, tiene previsto aterrizar en Tucumán a las 22.20. Este mismo vuelo es que el luego regresa al aeroparque Jorge Newbery.
Mientras que la empresa Andes señaló que el servicio 856, con destino a Jujuy, que debía hacer escala en el aeropuerto tucumano a las 21.15, lo hará a las 23.40.
Durante toda la jornada continuaron las tareas para reparar uno de los camiones hidrantes, indispensable para prevenir un posible siniestro. el jefe de Operaciones, José Norberto Barrera, informó a LA GACETA que con una sola autobomba se puede restablecer la normalidad operativa.
Barrera explicó que los servicios que presta el coche hidrante deben alcanzar un nivel determinado de calidad, por lo que este debe ser sometido a testeos que demandan mucho tiempo. "Esto es algo muy serio, del que dependen las naves y los pasajeros. Hay que garantizar la seguridad, cumpliendo con todas las normas", justificó.
Peligro permanente
Los vuelos hacia Jujuy, Santiago del Estero y Buenos Aires se encuentraban anulados desde el miércoles a la tarde, cuando una de las autobombas quedó inutilizada luego de sofocar un incendio de pastizales en una finca de caña. La otra estaba fuera de servicio desde hace unos días atras, por una rotura del motor.
En las últimas tres jornadas, sólo despegaron y aterrizaron aviones de pequeño porte, como los que llevan a los empleados de La Alumbrera hasta la mina, en Catamarca, y jets privados.
“El aeropuerto tiene una categoría de seguridad contra incendios de nivel 7, más alto que la media. Pero con este inconveniente ese estatus desciende a cinco y sólo estamos en condiciones de recibir aviones que no superen los 18 metros de largo por tres de envergadura (la distancia entre ala y ala)”.
El director de Operaciones comentó que todos los años hay incidentes por la quema de cañaverales. “La pista de aterrizaje está rodeada de fincas donde se producen incendios que reducen la visibilidad de los pilotos. Es un peligro permanente”, advirtió. LA GACETA ©