Los controles en la 38 generan inseguridad, dijo el obispo Rossi

Los controles en la 38 generan inseguridad, dijo el obispo Rossi

"Los pícaros y los amigos de los policías pasan por la banquina", afirmó el prelado.

OPERATIVO. Los autos quedan detenidos sobre el pavimento en vez de hacerlo en la banquina. LA GACETA/OSVALDO RIPOLL OPERATIVO. Los autos quedan detenidos sobre el pavimento en vez de hacerlo en la banquina. LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
28 Agosto 2008
El obispo de Concepción, monseñor José María Rossi, cuestionó con dureza los controles que realiza la Policía Vial en la ruta 38, ya que -aseguró- esos operativos generan inseguridad y hasta accidentes. En declaraciones que hizo a radio FM Universidad, al periodista Angel Suárez, monseñor Rossi afirmó que en materia de seguridad en la ruta 38, llamada "de la muerte" por la gran cantidad de accidentes de tránsito que se producen, el Gobierno "pone una de cal y otra de arena".
"Quiero recoger lo positivo y lo negativo, prolijamente, porque si no, parece que uno siempre está en contra y no es así", aclaró el prelado. Destacó que la 38 es una ruta peligrosa en sí misma porque está superpoblada de vehículos de toda clase. "Por esa vía transitan desde peatones hasta camiones cargados, pasando por las rastras cañeras y los autos de todo tipo y calidad, a veces, en muy malas condiciones", subrayó monseñor Rossi.
Entre lo positivo que se está haciendo, el obispo mencionó los trabajos de la nueva traza de la 38, que correrá paralela a la ruta actual. "Pero todavía falta mucho para que termine de concretarse", dijo. También destacó la repavimentación de la ruta. "Esto es importante, pero cuando terminen deberían dejarla pintada con las señales que corresponde y no hacer lo que ocurrió en otra oportunidad, que pintaron una sola raya amarilla", advirtió. Asimismo, ponderó la ampliación del puente sobre el arroyo Barrientos.
En cuanto a lo que no se hace, monseñor Rossi considera que hay "un problema serio de educación vial, tema que no se encara, principalmente, desde el Estado. Aunque se pasan avisos en la televisión, no se hace ni el 1% de lo que se debería hacer; la educación vial tiene que efectuarse en las rutas, y estar dirigida a la gente que circula por esas vías. En esto tiene que entrar a jugar un esfuerzo grande de todas las instituciones que tienen que ver con la circulación y el tránsito", dijo el obispo.

Frenadas de golpe
Respecto de los controles de la Policía Vial, el prelado cuestionó que los agentes hagan parar los vehículos sobre la calzada. "En una ruta que tiene muchas curvas, un tránsito intenso y con lo alocados que van algunos conductores, uno se encuentra de repente con una fila de vehículos parados; hay que frenar de golpe y esto es un riesgo. Ya hubo un caso de un accidente con muertos a causa de este sistema de hacer el control, que es irracional", advirtió.
"Pero, los pícaros y los amigos de la Policía pasan por la banquina. Yo lo he visto muchas veces estando parado en la ruta a la espera del control", indicó monseñor Rossi, quien comentó que viaja con mucha frecuencia por la 38.
"Tendría que ser al revés. Los vehículos deberían ser parados en la banquina; entonces, no se interrumpe la circulación y los pícaros no se pueden escapar. No han puesto racionalidad en el sistema de control", añadió el prelado.
Por otra parte, considera que los controles deberían tener un contenido educativo. "Si a uno lo paran, por lo menos que le expliquen lo que está haciendo mal, que lo obliguen a prender las luces o a ponerse el cinturón de seguridad", señaló. "En esta ruta tan peligrosa el tema de las luces es clave. He visto circular vehículos sin luces, tanto de día como de noche. Hasta me encontré con bicicletas que van por el pavimento sin ninguna luz ni señal", agregó.
A criterio de monseñor Rossi, el de la ruta 38 no es un problema político sino técnico. "Habría que saber cómo se manejan estas cosas. Si hay alguien que las piensa y las programa o se hacen como salen, porque no importa más que cumplir una función y cobrar un sueldo. La comunidad les paga el sueldo a los funcionarios para que la cuiden y la atiendan, pero termina sufriendo", puntualizó.

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