26 Agosto 2008
La edad es sólo un estado mental y, como tal, hay que saber administrarla. Hay gente joven que piensa como mayor y mayores con modelos mentales juveniles. La cuestión pasa por establecer los mecanismos para mantener siempre activo y cultivado al modelo mental.
Generalmente, en el mercado se dice que una persona que transcurrió los 35 o los 40 años (muchos más para los quincuagenarios) no tienen espacio laboral. "Sólo se trata de una creencia disfuncional para la vida", plantea a LA GACETA Mónica Fronti, especialista en Relaciones Laborales y coach organizacional.
Superar la barrera de los 40 suele ser traumática para aquella persona que no tiene un autoconocimiento o si llegó a las cuatro décadas sin descubrir cuál es su misión en la vida o en el trabajo. "Lo fundamental es repasar las metas que uno se trazó; de ser necesario, descubrir qué es lo que mejor hace en su profesión", indica la experta, quien participó en esta ciudad de las jornadas de actualización, organizada por la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos. "El quid de la cuestión pasa por darse cuenta, sin ayuda externa, que ese trabajador pasa el tiempo disfrutando de lo que hace; ese es el talento en estado natural", dice.
Fronti puntualiza que todos los prejuicios de una persona "mayor" pasan por la mente. "Si uno cree que tiene las energías o las pilas suficientes para aprender todos los días, adelante. Eso contribuirá a afianzar sus proyectos personales y su misión, no importa la edad que tenga", añade. En ese sentido, expresa que hasta la jubilación es un estado mental, en el que mucho depende el autoconocimiento de la persona para seguir un ritmo de vida activo. "La edad no es limitante, sino la creencia", acota.
¿Cómo hacer para cambiar esas creencias? Según la experta en Relaciones Laborales, todo pasa por la motivación. "El optimismo allana el camino hacia el logro, tomando un proyecto (el empleo) como una oportunidad y no como una resistencia, un obstáculo permanente por lo cotidiano", indica. En este aspecto, la especialista advierte: "no hay que prestarle demasiada atención al ?charlatán interno? que te impide llegar a los objetivos".
Sin embargo, la mayoría de las trabas surgen en el entorno laboral, donde por más energía que uno ponga, siempre existen ambientes negativos donde reina el "no se puede" por haber llegado a cierta edad. "Si uno se pasa hacia ese bando, seguramente será un mediocre para lo que le resta de vida laboral. "Ahora, si el pensamiento se dirige hacia el ?voy por más?, romperá la barrera de aquella mediocridad, potenciando el talento y el compromiso (su principal capital laboral)", afirma. La clave del éxito personal y laboral pasa por ponerle pilas a la sabiduría (experiencia).
Generalmente, en el mercado se dice que una persona que transcurrió los 35 o los 40 años (muchos más para los quincuagenarios) no tienen espacio laboral. "Sólo se trata de una creencia disfuncional para la vida", plantea a LA GACETA Mónica Fronti, especialista en Relaciones Laborales y coach organizacional.
Superar la barrera de los 40 suele ser traumática para aquella persona que no tiene un autoconocimiento o si llegó a las cuatro décadas sin descubrir cuál es su misión en la vida o en el trabajo. "Lo fundamental es repasar las metas que uno se trazó; de ser necesario, descubrir qué es lo que mejor hace en su profesión", indica la experta, quien participó en esta ciudad de las jornadas de actualización, organizada por la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos. "El quid de la cuestión pasa por darse cuenta, sin ayuda externa, que ese trabajador pasa el tiempo disfrutando de lo que hace; ese es el talento en estado natural", dice.
Fronti puntualiza que todos los prejuicios de una persona "mayor" pasan por la mente. "Si uno cree que tiene las energías o las pilas suficientes para aprender todos los días, adelante. Eso contribuirá a afianzar sus proyectos personales y su misión, no importa la edad que tenga", añade. En ese sentido, expresa que hasta la jubilación es un estado mental, en el que mucho depende el autoconocimiento de la persona para seguir un ritmo de vida activo. "La edad no es limitante, sino la creencia", acota.
¿Cómo hacer para cambiar esas creencias? Según la experta en Relaciones Laborales, todo pasa por la motivación. "El optimismo allana el camino hacia el logro, tomando un proyecto (el empleo) como una oportunidad y no como una resistencia, un obstáculo permanente por lo cotidiano", indica. En este aspecto, la especialista advierte: "no hay que prestarle demasiada atención al ?charlatán interno? que te impide llegar a los objetivos".
Sin embargo, la mayoría de las trabas surgen en el entorno laboral, donde por más energía que uno ponga, siempre existen ambientes negativos donde reina el "no se puede" por haber llegado a cierta edad. "Si uno se pasa hacia ese bando, seguramente será un mediocre para lo que le resta de vida laboral. "Ahora, si el pensamiento se dirige hacia el ?voy por más?, romperá la barrera de aquella mediocridad, potenciando el talento y el compromiso (su principal capital laboral)", afirma. La clave del éxito personal y laboral pasa por ponerle pilas a la sabiduría (experiencia).
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