A un año de la muerte de Carla Ortega, quedaría en libertad la única detenida

A un año de la muerte de Carla Ortega, quedaría en libertad la única detenida

El padre de la menor insistió en que fue asesinada y exigió que se cambie la carátula. Familiares y amigos realizaron este mediodía una marcha en la plaza Independencia. Cómo cambió la vida de las acusadas en los últimos 12 meses.

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ANIVERSARIO DOLOROSO. El papá de Carla insistió en que la menor fue asesinada. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI ANIVERSARIO DOLOROSO. El papá de Carla insistió en que la menor fue asesinada. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
25 Agosto 2008
Cuando Carla Romina Ortega se despidió de su familia para salir hacia la casa de una amiga, hace un año, no imaginó que, en realidad, se encontraría con la muerte. Mañana se cumplirán 12 meses del hallazgo del cuerpo sin vida de la adolescente, en un precipicio de 10 metros, a la vera de la ruta que va a San Javier.

Familiares y amigos de la menor recordaron el aniversario esta mañana, con una marcha que comenzó en la plaza Independencia y terminó en Tribunales, donde el grupo -de alrededor de 30 personas- realizó una protesta para pedir un rápido esclarecimiento del caso.

En la ocasión, José Ortega, padre de la víctima, volvió a rechazar la hipótesis de la Justicia, que sostiene que la joven murió accidentalmente, e insistió en que fue asesinada. Por eso mismo, exigió que se cambie la carátula de la causa, que actualmente es "abandono de persona seguido de muerte", por la de "homicidio".

Carla -según confirmaron los forenses que realizaron la autopsia- murió de un edema pulmonar y no por golpes. Los expertos calcularon, además, que estuvo más de 15 horas con vida en el lugar donde encontraron su cuerpo y que, arrastrándose, intentó salir para pedir ayuda. Por el hecho, dos menores fueron acusadas y en la próxima semana recuperaría la libertad la única que aún permanece detenida.

El sábado 1 de setiembre de 2007, la Policía detuvo a J. y a L., de 15 y de 16 años, respectivamente. Ellas, de acuerdo con varias personas, estuvieron con Carla el sábado 25 de agosto. Los testigos las vieron paseando en moto por la zona del barrio Oeste II y por la avenida Presidente Perón. También conocían que la víctima había tenido una pelea con las dos en una fiesta que, semanas atrás, se había realizado en la casa de un tal "Pulga".

Después de meses de silencio, las sospechosas decidieron hablar. Primero lo hizo J., que culpó del hecho a L. y a las hermanas Lorena y Joana Alderete. Semanas después, la otra acusada confesaría que ambas estuvieron en el cerro junto a dos jóvenes, a los que identificó -la Policía nunca pudo ubicarlos-, y que la adolescente se cayó de manera accidental. Hasta ahora ninguna de esas declaraciones pudo ser confirmada.

Drásticos cambios
En el último año, la vida de las acusadas cambió considerablemente. J. quedó en libertad a fines de 2007, tras lo cual debió mudarse al interior de la provincia. Por orden de la jueza de Menores, Nora Wexler, además de realizar tratamiento psicológico, debe asistir a clases y tomar cursos especiales para aprender más de un oficio que, en el futuro, la ayudará.

L. es la única acusada que sigue detenida en el Instituto Goretti, donde recibe asistencia psicológica y estudia. Desde marzo goza de un régimen de semilibertad: sale todos los días a estudiar y los fines de semana regresa a la casa de un familiar. Recientemente, sus defensores solicitaron su libertad absoluta.

La situación de Lorena Alderete es diferente. A pesar de que ella nunca estuvo involucrada en el caso, su decisión de exponerse ante las cámaras le jugó una mala pasada, ya que perdió su puesto de bandejera en un bar de la plazoleta Mitre. LA GACETA ©

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