21 Agosto 2008
MADRID, España.- El subdirector general de Operaciones de Spanair, Javier Mendoza, confirmó hoy que el comandante del vuelo accidentado ayer en Barajas retornó la aeronave a la puerta de embarque antes de iniciar la carrera para efectuar el despegue final, tras detectar e informar sobre el "calentamiento excesivo en una toma de aire en uno de los motores".
Empero, el empresario añadió que, una vez aislado el problema, se le autorizó al aviador a que volviera a la pista de despegue. Durante una rueda de prensa en Madrid, realizada esta mañana, Mendoza explicó que una vez revisada toda la documentación por parte de los técnicos, no se ha detectado ninguna "anormalidad" en la resolución tomada por la tripulación y por el personal de tierra.
"Se actuó según los estandares y procedimientos que marcan los manuales del avión", recalcó. En cuanto a los aviones que Spanair tenía previsto retirar de su flota, el subdirector aseguró que la selección de aeronaves iba a finalizar esta semana, por lo que no se puede conjeturar que el aparato siniestrado ya había sido escogido.
Por otra parte, otras autoridades de la aerolínea negaron durante la conferencia que la tripulación hubiera realizado un exceso de horas de trabajo. La información fue dada a conocer por el diario español "El País". Mientras tanto, el juez encargado de investigar lo ocurrido y de dilucidar si los dichos de Mendoza y de sus colegas son ciertos o no ordenó el traslado de los cadáveres al cementerio de la Almudena.
Según informó Eduardo Andreu, director del Instituto Anatómico Forense de Madrid, ya se ha identificado a 37 cadáveres mediante huella dactilar. Debido al mal estado en el que se encuentran los restos, sólo se ha podido tomar huellas a 59 de las víctimas; al resto se le realizarán pruebas de ADN.
Los resultados estarán disponibles en un plazo de 48 horas, para lo que trabajan 40 forenses. A lo largo de la mañana, el goteo de familiares que se desplazan hasta la improvisada morgue del recinto ferial de IFEMA es contante, describió el diario "El Mundo".
Cronología del accidente
Al menos 153 personas murieron ayer al incendiarse un avión durante el despegue en el aeropuerto de Madrid-Barajas, según confirmó el Gobierno de la capital española. Se trata del más grave accidente aéreo en ese país en los últimos 25 años.
El motor izquierdo del avión de Spanair, filial de la escandinava SAS, con 173 personas a bordo, se incendió cuando había ascendido unos metros -especulan que puede haber chupado un pájaro-, salió de la pista y se desintegró al caer sobre un arroyo. El aparato tenía 15 años y su última revisión data de enero.
El accidente ocurrió a las 14.45 (las 9.45 de la Argentina), cuando la nave se encontraba más o menos a un kilómetro de la Terminal 4, en la pista 36, la más apartada y conocida como La Isla. En Buenos Aires, en tanto, la Cancillería aseveró que no se confirmaron víctimas ni heridos de nacionalidad argentina. Si se verificó la muerte de un chileno.
El aparato siniestrado era un MD-82 (McDonnell Douglas) con destino a Las Palmas de Gran Canaria, que operaba el vuelo 5022 en código compartido con la alemana Lufthansa. Por eso, cuatro pasajeros volaron desde Alemania para tomar el avión siniestrado. En el pasaje había también dos ciudadanos suecos.
Los equipos de rescate apagaron el incendio y extrajeron cuerpos carbonizados. En el arroyo, donde quedó parte del fuselaje, trabajaron unas 150 personas, según un rescatista, quien relató que entre los cadáveres calcinados estaban los de dos bebés. Los bomberos del aeropuerto movilizaron 11 vehículos y se montaron cuatro hospitales de campaña, mientras que la Cruz Roja Española trasladó 22 ambulancias y un equipo de apoyo psicosocial para atender a las familias.
"Conseguimos rescatar 28 personas. Algunos salieron por su propio medio, pero hay varios muy graves", confió el jefe del servicio de emergencias, Ervigio Corral, quien destacó "la dispersión enorme de los cadáveres en el lugar del accidente". (Especial-AFP-NA)
Empero, el empresario añadió que, una vez aislado el problema, se le autorizó al aviador a que volviera a la pista de despegue. Durante una rueda de prensa en Madrid, realizada esta mañana, Mendoza explicó que una vez revisada toda la documentación por parte de los técnicos, no se ha detectado ninguna "anormalidad" en la resolución tomada por la tripulación y por el personal de tierra.
"Se actuó según los estandares y procedimientos que marcan los manuales del avión", recalcó. En cuanto a los aviones que Spanair tenía previsto retirar de su flota, el subdirector aseguró que la selección de aeronaves iba a finalizar esta semana, por lo que no se puede conjeturar que el aparato siniestrado ya había sido escogido.
Por otra parte, otras autoridades de la aerolínea negaron durante la conferencia que la tripulación hubiera realizado un exceso de horas de trabajo. La información fue dada a conocer por el diario español "El País". Mientras tanto, el juez encargado de investigar lo ocurrido y de dilucidar si los dichos de Mendoza y de sus colegas son ciertos o no ordenó el traslado de los cadáveres al cementerio de la Almudena.
Según informó Eduardo Andreu, director del Instituto Anatómico Forense de Madrid, ya se ha identificado a 37 cadáveres mediante huella dactilar. Debido al mal estado en el que se encuentran los restos, sólo se ha podido tomar huellas a 59 de las víctimas; al resto se le realizarán pruebas de ADN.
Los resultados estarán disponibles en un plazo de 48 horas, para lo que trabajan 40 forenses. A lo largo de la mañana, el goteo de familiares que se desplazan hasta la improvisada morgue del recinto ferial de IFEMA es contante, describió el diario "El Mundo".
Cronología del accidente
Al menos 153 personas murieron ayer al incendiarse un avión durante el despegue en el aeropuerto de Madrid-Barajas, según confirmó el Gobierno de la capital española. Se trata del más grave accidente aéreo en ese país en los últimos 25 años.
El motor izquierdo del avión de Spanair, filial de la escandinava SAS, con 173 personas a bordo, se incendió cuando había ascendido unos metros -especulan que puede haber chupado un pájaro-, salió de la pista y se desintegró al caer sobre un arroyo. El aparato tenía 15 años y su última revisión data de enero.
El accidente ocurrió a las 14.45 (las 9.45 de la Argentina), cuando la nave se encontraba más o menos a un kilómetro de la Terminal 4, en la pista 36, la más apartada y conocida como La Isla. En Buenos Aires, en tanto, la Cancillería aseveró que no se confirmaron víctimas ni heridos de nacionalidad argentina. Si se verificó la muerte de un chileno.
El aparato siniestrado era un MD-82 (McDonnell Douglas) con destino a Las Palmas de Gran Canaria, que operaba el vuelo 5022 en código compartido con la alemana Lufthansa. Por eso, cuatro pasajeros volaron desde Alemania para tomar el avión siniestrado. En el pasaje había también dos ciudadanos suecos.
Los equipos de rescate apagaron el incendio y extrajeron cuerpos carbonizados. En el arroyo, donde quedó parte del fuselaje, trabajaron unas 150 personas, según un rescatista, quien relató que entre los cadáveres calcinados estaban los de dos bebés. Los bomberos del aeropuerto movilizaron 11 vehículos y se montaron cuatro hospitales de campaña, mientras que la Cruz Roja Española trasladó 22 ambulancias y un equipo de apoyo psicosocial para atender a las familias.
"Conseguimos rescatar 28 personas. Algunos salieron por su propio medio, pero hay varios muy graves", confió el jefe del servicio de emergencias, Ervigio Corral, quien destacó "la dispersión enorme de los cadáveres en el lugar del accidente". (Especial-AFP-NA)
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