21 Agosto 2008
El de ayer fue el más grave accidente aéreo ocurrido en España desde febrero de 1985, en Bilbao, cuando murieron 148 personas. La mayor catástrofe ocurrió en 1977, cuando dos aviones Boeing 747 chocaron en el aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, y murieron 583 personas. Este fue además el peor accidente en la historia de la aviación.
“No queda nada que se parezca a un avión”, señaló abatido y con el rostro desencajado Guillermo Altares, empleado de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), testigo del accidente en Barajas. En pocas palabras, le dio dimensión a la tragedia: “los restos la nave estaban esparcidos; todo estaba lleno de cuerpos; fue horroroso; todo estaba quemado”. Y agregó: “es lo más parecido al infierno”.
Con la cara llena de tizne y visiblemente consternado, uno de los socorristas describió el espanto que vivió: “los cadáveres estaban hirviendo; nos quemamos al tratar de levantarlos”. Pero Antonio se quiebra al avanzar en el relato: “vi un niño carbonizado y otro fuera del agua, también quemado. El comandante también está muerto”.
Spanair es una compañia con problemas financieros y se destaca por la promoción de vuelos baratos, pero con poca seguridad. En junio vendía pasajes “para usarlos más adelante” a un euro. También dispuso la suspensión, a partir de setiembre, de vuelos a distintos puntos del país.
Las autoridades españolas declararon tres días de luto , pero no hubo pronunciamiento oficial sobre las causas del siniestro. Rodríguez Zapatero dijo que el Gobierno está conmocionado,“como están todos los españoles”.
“No queda nada que se parezca a un avión”, señaló abatido y con el rostro desencajado Guillermo Altares, empleado de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), testigo del accidente en Barajas. En pocas palabras, le dio dimensión a la tragedia: “los restos la nave estaban esparcidos; todo estaba lleno de cuerpos; fue horroroso; todo estaba quemado”. Y agregó: “es lo más parecido al infierno”.
Con la cara llena de tizne y visiblemente consternado, uno de los socorristas describió el espanto que vivió: “los cadáveres estaban hirviendo; nos quemamos al tratar de levantarlos”. Pero Antonio se quiebra al avanzar en el relato: “vi un niño carbonizado y otro fuera del agua, también quemado. El comandante también está muerto”.
Spanair es una compañia con problemas financieros y se destaca por la promoción de vuelos baratos, pero con poca seguridad. En junio vendía pasajes “para usarlos más adelante” a un euro. También dispuso la suspensión, a partir de setiembre, de vuelos a distintos puntos del país.
Las autoridades españolas declararon tres días de luto , pero no hubo pronunciamiento oficial sobre las causas del siniestro. Rodríguez Zapatero dijo que el Gobierno está conmocionado,“como están todos los españoles”.