21 Agosto 2008
DEMORA. Viajeros aguardan en el subte que comunica las terminales. GENTILEZA IRENE BENITO
MADRID (por Irene Benito).- Luis García Tezanos Pinto, cónsul argentino en Madrid, ha descartado por el momento la presencia de argentinos a bordo del avión. En declaraciones a LA GACETA, el diplomático comentó que sólo hubo dudas respecto de un pasajero, cuyo nombre era exactamente igual al de un argentino registrado en el consulado. "Lo llamamos al número telefónico de contacto que nos dejó y, por suerte, nos atendió él. Era sólo una cuestión de homónimos", dijo García Tezanos.
El funcionario explicó que tuvo acceso al listado de pasajeros alrededor de las 16, hora de España. Tras cotejar la identidad de estos con los registros de argentinos residentes en España y de aquellos que, pese a no estar inscriptos en el consulado realizaron algún trámite allí, García Tezanos concluyó que no había, al menos a primera vista, víctimas argentinas qué lamentar.
En España residen unos 250.000 argentinos; aproximadamente 30.000 viven en el archipiélago que forman las Islas Canarias. De acuerdo con cálculos oficiales, ese grupo está compuesto por 10.000 argentinos que poseen también la nacionalidad española; otros 10.000 con permiso de residencia y otra cantidad idéntica de compatriotas sin permiso de residencia. El consulado sólo tiene control sobre el segundo grupo, con lo cual todavía queda abierta la posibilidad de identificar a una víctima argentina con doble nacionalidad o con residencia ilegal en España.
En cambio, sí se ha confirmado la presencia de al menos un pasajero chileno, según ha constatado la embajada de ese país. Por su parte, el consulado sueco ha informado que había dos conciudadanos en el vuelo.
Dos versiones
Aún no ha sido difundido el contenido de las cajas negras de la aeronave ?cuya información sirve para determinar las causas del accidente-, rescatadas a primera hora de la tarde. Los expertos en mecánica aeronáutica tienen dos hipótesis sobre el siniestro: la primera considera que este fue causado por el incendio del motor izquierdo del aparato; la segunda, que la aeronave logró despegar, pero que, a los pocos segundos de esa operación, perdió el control del ala derecha, que impactó sobre la pista y partió al avión en dos o tres partes. Según los técnicos de Barajas, el vuelo salió con retraso por una sobrecarga de calor en el ala izquierda.
Los cadáveres fueron depositados en el pabellón 6 de Ifema, el recinto ferial de Madrid, lo que trajo a la memoria de los españoles el atentado del 11 de marzo de 2004, ya que el mismo recinto sirvió de morgue para la gran mayoría de las 191 víctimas del ataque con bombas.
El funcionario explicó que tuvo acceso al listado de pasajeros alrededor de las 16, hora de España. Tras cotejar la identidad de estos con los registros de argentinos residentes en España y de aquellos que, pese a no estar inscriptos en el consulado realizaron algún trámite allí, García Tezanos concluyó que no había, al menos a primera vista, víctimas argentinas qué lamentar.
En España residen unos 250.000 argentinos; aproximadamente 30.000 viven en el archipiélago que forman las Islas Canarias. De acuerdo con cálculos oficiales, ese grupo está compuesto por 10.000 argentinos que poseen también la nacionalidad española; otros 10.000 con permiso de residencia y otra cantidad idéntica de compatriotas sin permiso de residencia. El consulado sólo tiene control sobre el segundo grupo, con lo cual todavía queda abierta la posibilidad de identificar a una víctima argentina con doble nacionalidad o con residencia ilegal en España.
En cambio, sí se ha confirmado la presencia de al menos un pasajero chileno, según ha constatado la embajada de ese país. Por su parte, el consulado sueco ha informado que había dos conciudadanos en el vuelo.
Dos versiones
Aún no ha sido difundido el contenido de las cajas negras de la aeronave ?cuya información sirve para determinar las causas del accidente-, rescatadas a primera hora de la tarde. Los expertos en mecánica aeronáutica tienen dos hipótesis sobre el siniestro: la primera considera que este fue causado por el incendio del motor izquierdo del aparato; la segunda, que la aeronave logró despegar, pero que, a los pocos segundos de esa operación, perdió el control del ala derecha, que impactó sobre la pista y partió al avión en dos o tres partes. Según los técnicos de Barajas, el vuelo salió con retraso por una sobrecarga de calor en el ala izquierda.
Los cadáveres fueron depositados en el pabellón 6 de Ifema, el recinto ferial de Madrid, lo que trajo a la memoria de los españoles el atentado del 11 de marzo de 2004, ya que el mismo recinto sirvió de morgue para la gran mayoría de las 191 víctimas del ataque con bombas.
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