16 Agosto 2008
PROVOCADORA. Su famoso juego con la cruz en la gira de 2006
Madonna no tendrá mucho tiempo para inquietarse por cumplir 50 años. Si bien muchas personas que pasan la barrera de los 50 podrían preferir hacer una pausa y reflexionar, la "reina del pop" está en medio de los preparativos finales para su gira mundial, que comienza en Cardiff, Gales, el próximo sábado.
A principios de octubre, el tour cruzará el Atlántico para recorrer Canadá, Estados Unidos y México. Y, hacia fines de año, será la hora del segmento sudamericano.
Aunque aún no hubo confirmación oficial ni se informaron cuándo se pondrán a la venta los tickets, trascendió que la otrora "chica material" devota desde hace algunos años de la kabbalah- se presentará en el estadio de River los días 4, 5 y 7 de diciembre.
Según reveló el diario británico "The Sun", el repertorio de los conciertos estará basado en el disco "Hard Candy", aunque incluirá hits inolvidables como "Ray of Light", "Music", "La Isla Bonita", "Like a Prayer" y "Vogue".
El telonero de la gira será el disc jockey inglés Paul Oakenfold. En sus números, Madonna usará diseños exclusivos de Tom Ford, Roberto Cavalli, Yves Saint-Laurent y Stella McCartney.
Si los shows previos pueden ser usados como un parámetro, las más de 40 fechas de "Sticky & Sweet" alrededor del mundo pondrán a Madonna bajo un tipo de tensión física y mental que sería una prueba para una mujer con la mitad de su edad. Pero la artista musical femenina más exitosa del mundo nunca ha permitido que la edad, género o historia se metan en su camino, y ha permanecido en ascenso, con una capacidad incansable de reinventarse a sí misma justo cuando la vieja Madonna se estaba acercando a su fecha de vencimiento.
Su última reencarnación es la de una empresaria hábil, luego de que suspendió sus vínculos de largo plazo con la compañía Warner Brothers para firmar con Live Nation, una compañía que hasta recientemente se especializaba en giras musicales. Madonna parece estar entre las primeras que reconoce hacia qué dirección se dirige la industria musical.
A principios de octubre, el tour cruzará el Atlántico para recorrer Canadá, Estados Unidos y México. Y, hacia fines de año, será la hora del segmento sudamericano.
Aunque aún no hubo confirmación oficial ni se informaron cuándo se pondrán a la venta los tickets, trascendió que la otrora "chica material" devota desde hace algunos años de la kabbalah- se presentará en el estadio de River los días 4, 5 y 7 de diciembre.
Según reveló el diario británico "The Sun", el repertorio de los conciertos estará basado en el disco "Hard Candy", aunque incluirá hits inolvidables como "Ray of Light", "Music", "La Isla Bonita", "Like a Prayer" y "Vogue".
El telonero de la gira será el disc jockey inglés Paul Oakenfold. En sus números, Madonna usará diseños exclusivos de Tom Ford, Roberto Cavalli, Yves Saint-Laurent y Stella McCartney.
Si los shows previos pueden ser usados como un parámetro, las más de 40 fechas de "Sticky & Sweet" alrededor del mundo pondrán a Madonna bajo un tipo de tensión física y mental que sería una prueba para una mujer con la mitad de su edad. Pero la artista musical femenina más exitosa del mundo nunca ha permitido que la edad, género o historia se metan en su camino, y ha permanecido en ascenso, con una capacidad incansable de reinventarse a sí misma justo cuando la vieja Madonna se estaba acercando a su fecha de vencimiento.
Su última reencarnación es la de una empresaria hábil, luego de que suspendió sus vínculos de largo plazo con la compañía Warner Brothers para firmar con Live Nation, una compañía que hasta recientemente se especializaba en giras musicales. Madonna parece estar entre las primeras que reconoce hacia qué dirección se dirige la industria musical.