15 Agosto 2008
FELIZ Y CONFIADO. El 76 % de los paraguayos cree que Lugo los sacará adelante. REUTERS
ASUNCION, Paraguay.- El ex obispo Fernando Lugo asumió hoy la presidencia de Paraguay con la promesa de renunciar a su salario de jefe de Estado, de U$S 4.000, y desterrar la corrupción y el narcotráfico de ese país.
"No me hará falta ese sueldo, que pertenece a los más humildes", señaló el mandatario, expresión que fue vitoreada por los 5.000 seguidores que asistieron a un acto que realizó ayer la juventud de la coalición que lo apoya, Asociación Patriótica para el Cambio.
Lugo hizo un llamado a la unidad de los países latinoamericanos para romper las fronteras en pos del desarrollo y el bienestar de los pueblos. Además, afirmó que hoy comenzará una nueva era en Paraguay.
"El pueblo ha cambiado la historia de este país y eso no siempre ocurre. No venimos para repetir lo hecho, porque no queremos ser conocidos sólo por la corrupción, la ilegalidad y el narcotráfico", enfatizó.
"Tiemblen los que han robado el dinero y las ilusiones de este pueblo. Ahora se iniciará un proceso irreversible en el que resucitarán los próceres de la independencia y Paraguay no volverá a ser esclavo de ningún país", se emocionó.
Confianza e ilusiones
Las expectativas del pueblo paraguayo parecen acompañar las de Lugo: según una encuesta que hoy reproduce el diario español "El País", el 76 % de los habitantes del país vecino confían en que su situación mejorará con la nueva administración.
El sondeo, realizado entre el 14 y el 22 de julio, arrojó además que el 11,3 % considera que la coyuntura se mantendrá igual; el 1,8 % respondió que seguirá mal y el 1,7 %, que empeorará.
La llegada al poder de Lugo marcará el final de más de seis décadas ininterrumpidas de Gobierno del derechista Partido Colorado, lo que ha generado grandes ilusiones en una población ávida de cambios y desencantada con una expansión económica que no se traduce en estado de bienestar.
Lugo, que no usa trajes ni corbatas y casi siempre calza sandalias, consiguió semanas atrás una dispensa del Papa Benedicto XVI para volver al estado laical, permitiéndole asumir la presidencia sin conflictos con la Iglesia tras renunciar a sus hábitos para dedicarse a la política.
Uno de sus grandes desafíos será generar los puestos de trabajo que prometió, en una economía altamente dependiente de sus exportaciones de soja y carne, que no posee un aparato industrial sólido. También deberá imponer su autoridad para evitar que la heterogénea alianza que lo llevó al poder se resquebraje por las diferencias políticas que la cohabitan.
Cristina dice presente
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner estuvo presente en la ceremonia en la cual Lugo fue investido presidente. La jefa de Estado arribó anoche a Paraguay con su comitiva, compuesta por el canciller Jorge Taiana, el vocero Miguel Nuñez, el diputado Miguel Iturrieta (Misiones) y la titular del Inadi, María José Lubertino. Todos se alojaron en el Sheraton Hotel de Asunción.
Desde allí, la mandataria anunció que se reunirá con el presidente Evo Morales. El mandatario boliviano pidió a la Argentina inversiones gasíferas que permitan que su país exporte mayor cantidad de ese combustible.
Anoche, la presidenta asistió a la cena de mandatarios, ofrecida por el presidente saliente, Nicanor Duarte Frutos, en el Salón Independencia del Palacio de Gobierno. (AFP-NA-Télam-Especial-Reuters)
"No me hará falta ese sueldo, que pertenece a los más humildes", señaló el mandatario, expresión que fue vitoreada por los 5.000 seguidores que asistieron a un acto que realizó ayer la juventud de la coalición que lo apoya, Asociación Patriótica para el Cambio.
Lugo hizo un llamado a la unidad de los países latinoamericanos para romper las fronteras en pos del desarrollo y el bienestar de los pueblos. Además, afirmó que hoy comenzará una nueva era en Paraguay.
"El pueblo ha cambiado la historia de este país y eso no siempre ocurre. No venimos para repetir lo hecho, porque no queremos ser conocidos sólo por la corrupción, la ilegalidad y el narcotráfico", enfatizó.
"Tiemblen los que han robado el dinero y las ilusiones de este pueblo. Ahora se iniciará un proceso irreversible en el que resucitarán los próceres de la independencia y Paraguay no volverá a ser esclavo de ningún país", se emocionó.
Confianza e ilusiones
Las expectativas del pueblo paraguayo parecen acompañar las de Lugo: según una encuesta que hoy reproduce el diario español "El País", el 76 % de los habitantes del país vecino confían en que su situación mejorará con la nueva administración.
El sondeo, realizado entre el 14 y el 22 de julio, arrojó además que el 11,3 % considera que la coyuntura se mantendrá igual; el 1,8 % respondió que seguirá mal y el 1,7 %, que empeorará.
La llegada al poder de Lugo marcará el final de más de seis décadas ininterrumpidas de Gobierno del derechista Partido Colorado, lo que ha generado grandes ilusiones en una población ávida de cambios y desencantada con una expansión económica que no se traduce en estado de bienestar.
Lugo, que no usa trajes ni corbatas y casi siempre calza sandalias, consiguió semanas atrás una dispensa del Papa Benedicto XVI para volver al estado laical, permitiéndole asumir la presidencia sin conflictos con la Iglesia tras renunciar a sus hábitos para dedicarse a la política.
Uno de sus grandes desafíos será generar los puestos de trabajo que prometió, en una economía altamente dependiente de sus exportaciones de soja y carne, que no posee un aparato industrial sólido. También deberá imponer su autoridad para evitar que la heterogénea alianza que lo llevó al poder se resquebraje por las diferencias políticas que la cohabitan.
Cristina dice presente
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner estuvo presente en la ceremonia en la cual Lugo fue investido presidente. La jefa de Estado arribó anoche a Paraguay con su comitiva, compuesta por el canciller Jorge Taiana, el vocero Miguel Nuñez, el diputado Miguel Iturrieta (Misiones) y la titular del Inadi, María José Lubertino. Todos se alojaron en el Sheraton Hotel de Asunción.
Desde allí, la mandataria anunció que se reunirá con el presidente Evo Morales. El mandatario boliviano pidió a la Argentina inversiones gasíferas que permitan que su país exporte mayor cantidad de ese combustible.
Anoche, la presidenta asistió a la cena de mandatarios, ofrecida por el presidente saliente, Nicanor Duarte Frutos, en el Salón Independencia del Palacio de Gobierno. (AFP-NA-Télam-Especial-Reuters)
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