Algunos chicos no podrán jugar como los demás

Algunos chicos no podrán jugar como los demás

Están rotas dos de las cuatro hamacas especiales para pibes con problemas motores que habían sido instaladas hace apenas dos meses. La gente no respeta los carteles que indican que esos dispositivos son sólo para personas con limitaciones físicas.

ESPECIALES. Las hamacas tienen capacidad para subir una silla de ruedas. ESPECIALES. Las hamacas tienen capacidad para subir una silla de ruedas.
10 Agosto 2008
Como sucede todos los años, el parque 9 de Julio se llenará hoy de chicos que irán a festejar su día. Sin embargo, algunos se quedarán con las ganas. Aquellos niños que padezcan alguna discapacidad física sólo podrán observar cómo los otros se entretienen. Los juegos para discapacitados que la Municipalidad instaló en el paseo público hace sólo dos meses ya se rompieron cuatro veces y, en este momento, es prácticamente imposible utilizarlos.
Una ordenanza obligaba a la Municipalidad desde hace 20 años a colocar juegos para discapacitados en espacios verdes de la ciudad. Hace dos meses se hizo realidad el sueño de muchos chicos con discapacidades motrices. Se colocaron hamacas especiales en el parque 9 de Julio y también comenzaron las obras para instalar las estructuras en la plaza Rivadavia, frente al hospital de Niños.
Estas hamacas son diferentes de las normales. Tienen la forma de una caja de un metro de ancho por uno y medio de profundidad, aproximadamente. Están diseñadas para que se coloquen allí las sillas de ruedas. Sobre cada uno de estos artefactos hay carteles que explicitan que se trata de un juego especial para personas discapacitadas y tienen las siguientes instrucciones: "Ingresar la silla de ruedas colocando la espalda con el respaldo. Fije la silla con las cadenas".
A pesar de esto, los discapacitados no las usan y suelen estar ocupadas por personas sin problemas físicos. Cuando LA GACETA visitó el viernes la zona en la que se encuentran los juegos, una gran cantidad de niñas de la escuela Rivadavia jugaba en estas hamacas. Habían ido a celebrar de manera adelantada el Día del Niño con sus maestras.
"La verdad es que los juegos están en muy mal estado. Es una lástima...", admitió la maestra Claudia Quinteros. "Pero todos los chicos los quieren usar", agregó la mujer, cuando se le advirtió que se trataban de hamacas especiales. Los niños siguieron jugando allí gran parte de la tarde.
"Los discapacitados no las usan; nunca vi a uno en este lugar. A las hamacas se suben personas grandes y las rompen. Cuando uno les pide que se bajen, muchos de ellos nos agreden", dijo Carlos Páez, empleado de Servicios Públicos de la Municipalidad que cuida los baños que se encuentran a menos de 30 metros de los juegos.
"El material con el que se las construyó es muy débil; es necesario que se usen cadenas más fuertes. Además, la gente no las cuida", relató.
Las hamacas para discapacitados se encuentran a unos de 150 metros al norte de la dirección de Espacios Verdes. Están en un pequeño espacio dedicado a los juegos infantiles en los que también hay hamacas comunes, toboganes y pasamanos. En total, había cuatro hamacas especiales: ahora sólo quedan dos, y en mal estado.
Alfredo Toscano, subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, explicó que los juegos para discapacitados ya se rompieron cuatro veces en dos meses por el mal uso que les da la gente. "Falta concientización; pese a que hay carteles indicadores de que los juegos son sólo para discapacitados, muchas personas no respetan esto. Familias enteras o grupos de niños se suben juntos y los terminan destruyendo; sólo pueden soportar el peso de una persona y el de la silla de ruedas", remarcó.
Desde que se colocaron los entretenimientos, según los funcionarios, los discapacitados casi no pudieron disfrutarlos, porque siempre están ocupados por personas sin problemas motrices o porque están rotos.
"En el parque -afirma Julio Chauque, un vendedor ambulante - generalmente, se ven pocas personas con problemas físicos. Pensábamos que con estos juegos iban a venir muchos más. Pero es imposible que lo hagan. Nadie los va a dejar subirse a las hamacas, porque siempre están ocupadas por chicos que, en vez de usar las comunes, se adueñan de las especiales y las rompen".

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