10 Agosto 2008
SEGURO. Emiliano interpretó los papeles más variados. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
“El espacio me configura”, dice. Y uno, luego de verlo sobre el escenario sabe que Emiliano Núñez Campero dice la verdad. Porque a sus 13 años recién cumplidos, este chico de aspecto retraído y mirada melancólica no tiene problema en interpretar en el teatro los papeles más variados. Es más: lo desea. “Hace bastante tiempo que no actúo y ya estoy empezando a sentirme desesperado. Constantemente llamo a la productora para pedirle que haga alguna obra”, cuenta. Emiliano es otro de los chicos que descubrieron su vocación en “Sueño de hadas” y participó en el ciclo de televisión “Chikyboom Bang Club” que salió al aire el año pasado. Hoy, más dedicado a sus estudios, Emiliano asegura que no tiene modelos y que, a la hora de actuar, se transforma en otra persona. “Todos me preguntan si tengo vergüenza antes de salir a escena. Pero la verdad es que no tengo. Reconozco que soy tímido, pero cuando estoy en el escenario recupero la confianza y dejo que todo fluya”, dice. Y agrega: “del teatro me gusta todo. Porque yo comencé cantando y bailando, pero esas actividades me llevaron luego a la actuación”. Pero, a pesar de esa seguridad que tiene en el escenario, Emiliano no está seguro de lo que quiere ser cuando crezca. “Me gustaría seguir actuando, pero prefiero esperar a ver qué me depara la vida”, dice.
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