06 Agosto 2008
PROTAGONISTAS. Los jueces del tribunal (foto superior) siguieron atentamente la audiencia; el secretario Mariano García Zavalía cierra un portón del edificio (inferior izquierda); el fiscal Alfredo Terraf abandona la sala (derecha). LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
La incertidumbre sobre el estado de salud de Antonio Bussi tiene implicancias procesales notables para el devenir del histórico juicio oral, cuya primera audiencia quedó trunca ayer luego de que un médico recomendó que el ex gobernador fuera internado para que lo sometieran a una serie de exámenes cardíacos. En esta instancia rige el principio da la continuidad y el debate; una vez abierto, sólo puede ser suspendido durante un término máximo de 10 días hábiles. Esto implica que, si hipotéticamente Bussi estuviera afectado por un impedimento y este se prolongara durante un lapso mayor que aquel, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal deberá resolver si aplaza el desarrollo hasta una nueva fecha o si corresponde la celebración de juicios separados y que, por el momento, sólo siga el relacionado con Luciano Benjamín Menéndez.
A partir del informe verbal de Mario Andrés Galmes, cardiólogo del Sistema Provincial de Salud que examinó al militar retirado a las 13 durante un cuarto intermedio, los vocales del Tribunal Oral difirieron la continuidad de la audiencia inaugural hasta hoy, pero en horas de la tarde fijaron el viernes, a las 9.30, como fecha de la reanudación. También requirieron la presencia de José María David, del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para que vuelva a examinar a Bussi y determine cuándo puede comparecer nuevamente a juicio.
Precisamente, David vino el lunes a Tucumán (se fue ese misma noche), revisó a Bussi y concluyó que, amén de sus afecciones cardíacas crónicas, estaba en condiciones de comparecer. Destacó que Bussi había permanecido estable este año -sin necesidad de ser internado- y pronosticó que no era necesario que usara un equipo de oxigenoterapia permanente. No obstante, ayer, llamativamente, Bussi llevaba puesta en la sala de audiencia una cánula nasal que lo conectaba a un tubo de oxígeno.
Ayer mismo David confirmó que el jueves regresará para examinarlo otra vez, razón por la que hoy, hasta las 13, someterán al ex gobernador a una serie de estudios.
El nuevo informe de David será decisivo. El artículo 365 del Código Procesal Penal de la Nación prevé que el juicio (o debate) se desarrolle hasta su terminación mediante las audiencias consecutivas que fueran necesarias. No obstante, autoriza la suspensión por hasta 10 días cuando, por ejemplo, uno de los imputados "se enfermare hasta el punto de no poder continuar su actuación en el juicio" (inciso 5).
Si Bussi sufriera un nuevo problema de salud que se prolongara durante más de 10 días, habría que tener en cuenta el artículo 360 del digesto. Este autoriza a que si hay varios imputados "los juicios se realicen separadamente". En este caso, no habría impedimentos para que el juicio continuara respecto de Menéndez hasta que se fijará la celebración de otro respecto de Bussi. No obstante, por razones de economía procesal y para evitar que los testigos sean llamados dos veces, tampoco habría inconvenientes para que se estableciera una nueva fecha común en un plazo razonable (un mes, por ejemplo).
A partir del informe verbal de Mario Andrés Galmes, cardiólogo del Sistema Provincial de Salud que examinó al militar retirado a las 13 durante un cuarto intermedio, los vocales del Tribunal Oral difirieron la continuidad de la audiencia inaugural hasta hoy, pero en horas de la tarde fijaron el viernes, a las 9.30, como fecha de la reanudación. También requirieron la presencia de José María David, del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para que vuelva a examinar a Bussi y determine cuándo puede comparecer nuevamente a juicio.
Precisamente, David vino el lunes a Tucumán (se fue ese misma noche), revisó a Bussi y concluyó que, amén de sus afecciones cardíacas crónicas, estaba en condiciones de comparecer. Destacó que Bussi había permanecido estable este año -sin necesidad de ser internado- y pronosticó que no era necesario que usara un equipo de oxigenoterapia permanente. No obstante, ayer, llamativamente, Bussi llevaba puesta en la sala de audiencia una cánula nasal que lo conectaba a un tubo de oxígeno.
Ayer mismo David confirmó que el jueves regresará para examinarlo otra vez, razón por la que hoy, hasta las 13, someterán al ex gobernador a una serie de estudios.
El nuevo informe de David será decisivo. El artículo 365 del Código Procesal Penal de la Nación prevé que el juicio (o debate) se desarrolle hasta su terminación mediante las audiencias consecutivas que fueran necesarias. No obstante, autoriza la suspensión por hasta 10 días cuando, por ejemplo, uno de los imputados "se enfermare hasta el punto de no poder continuar su actuación en el juicio" (inciso 5).
Si Bussi sufriera un nuevo problema de salud que se prolongara durante más de 10 días, habría que tener en cuenta el artículo 360 del digesto. Este autoriza a que si hay varios imputados "los juicios se realicen separadamente". En este caso, no habría impedimentos para que el juicio continuara respecto de Menéndez hasta que se fijará la celebración de otro respecto de Bussi. No obstante, por razones de economía procesal y para evitar que los testigos sean llamados dos veces, tampoco habría inconvenientes para que se estableciera una nueva fecha común en un plazo razonable (un mes, por ejemplo).