31 Julio 2008
PATOLOGIA. El alcohol domina las emociones, las acciones y el pensamiento.
“La Organización Mundial de la Salud define el alcoholismo como la ingesta diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y a 70 gramos en el hombre. Según la OMS, una copa de licor o combinada con otro contiene aproximadamente entre 40 y 30 gramos de alcohol ...”, dijo a LA GACETA, Julio, el miembro más antiguo de uno de los siete grupos de Alcohólicos Anónimos (A.A.) que funcionan en San Miguel de Tucumán.
A.A.es una comunidad mundial y voluntaria donde se reúnen hombres y mujeres para lograr la sobriedad y mantenerla, cumpliendo con un programa de 12 pasos. El 27 de julio se cumplieron 40 años de la creación oficial de A.A. en Tucumán. “En realidad, A.A. se inició en esta provincia en 1962 por iniciativa de los médicos Gerardo Palacios y Carlos Raúl Landa (ya fallecido). La comunidad madre había sido fundada en EE.UU en 1935, por el corredor de Bolsas de Nueva York, Bill W., y el médico de Ohio, Bob S.-ya fallecidos- quienes se consideraban ‘borrachos desesperados’”, narró Julio.
No es signo de estrés social
Poco a poco comenzaron a formarse los primeros grupos en Tucumán. Se reunían en casas de familias o en locales prestados. “Dicen que el grupo predecesor funcionaba en la sede de un sindicato, en Haití primera cuadra... Un un integrante de Buenos Aires les sugirió que debían hacerlo en un lugar neutral para que pudiera formalizarse su creación: una sala cedida por alguna iglesia u organización interesadas en el problema del alcoholismo”, aclaró Julio.
El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, fue considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento aprendido e inadaptado. Ahora se lo define como una enfermedad compleja en sí, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los primeros síntomas sutiles incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol. Esto influye en la elección de las amistades por parte del enfermo.
“El alcohol es considerado una droga que modifica el estado de ánimo. La química del alcohol afecta todas las células del cuerpo, sobre todo las del sistema nervioso central. En el cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables del placer y de otras sensaciones. Tras un prolongado consumo, el cerebro se adapta a los cambios que produce y se vuelve dependiente de él. A los alcohólicos, beber les permite tratar con personas, con el trabajo y con sus vidas. Es decir que el alcohol domina tanto sus pensamientos como sus emociones y sus acciones”, detalló el médico del grupo.
La iglesia de San Roque le cedió un lugar al primer grupo de AA
“A raíz de las sugerencias realizadas por un miembro porteño de A.A que visitó Tucumán, el grupo fundacional le solicitó al padre Miguel Zelarayán -en calidad de préstamo- una dependencia en la parroquia San Roque. “La petición fue autorizada una semana después, en julio de 1968. Ello significó la fundación oficial y formal del primer grupo de AA en Tucumán, en la iglesia de avenida Avellaneda y Haití”, rememoró Miguel, que desde hace un año y medio está viviendo en sobriedad.
“El alcoholismo parece ser producido por la combinación de diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y hasta orgánica del alcohol. Lamentablemente, la adicción al alcohol produce severos daños cerebrales que son progresivos y que finalmente conducen a la muerte si el problema no es tratado a tiempo”, explicó otro integrante de Alcohólicos Anónimos de Tucumán, que es médico.
Es un trastorno primario y no un síntoma de otra enfermedad
“Aunque antes afectaba más a los varones adultos, últimamente incrementó su incidencia entre las mujeres y los jóvenes. El consumo y los problemas derivados del alcohol crecieron a partir de 1980 no sólo en Argentina, sino en todo Occidente, incluidos los Estados Unidos, la Unión Europea y los antiguos países del Este, así como también ciertos países en vías de desarrollo”, subrayó María D, en abstinencia desde hace dos años.
“Lo grave del alcoholismo es que no diferencia sexo, raza ni edad. Es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal que puede afectar a cualquier persona. Es un trastorno primario y no un síntoma de otras enfermedades o problemas emocionales, como muchas personas argumentan para justificar el consumo”, agregó otra de las mujeres que hace cinco años se mantiene sobria.
A.A.es una comunidad mundial y voluntaria donde se reúnen hombres y mujeres para lograr la sobriedad y mantenerla, cumpliendo con un programa de 12 pasos. El 27 de julio se cumplieron 40 años de la creación oficial de A.A. en Tucumán. “En realidad, A.A. se inició en esta provincia en 1962 por iniciativa de los médicos Gerardo Palacios y Carlos Raúl Landa (ya fallecido). La comunidad madre había sido fundada en EE.UU en 1935, por el corredor de Bolsas de Nueva York, Bill W., y el médico de Ohio, Bob S.-ya fallecidos- quienes se consideraban ‘borrachos desesperados’”, narró Julio.
No es signo de estrés social
Poco a poco comenzaron a formarse los primeros grupos en Tucumán. Se reunían en casas de familias o en locales prestados. “Dicen que el grupo predecesor funcionaba en la sede de un sindicato, en Haití primera cuadra... Un un integrante de Buenos Aires les sugirió que debían hacerlo en un lugar neutral para que pudiera formalizarse su creación: una sala cedida por alguna iglesia u organización interesadas en el problema del alcoholismo”, aclaró Julio.
El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, fue considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un comportamiento aprendido e inadaptado. Ahora se lo define como una enfermedad compleja en sí, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los primeros síntomas sutiles incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol. Esto influye en la elección de las amistades por parte del enfermo.
“El alcohol es considerado una droga que modifica el estado de ánimo. La química del alcohol afecta todas las células del cuerpo, sobre todo las del sistema nervioso central. En el cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables del placer y de otras sensaciones. Tras un prolongado consumo, el cerebro se adapta a los cambios que produce y se vuelve dependiente de él. A los alcohólicos, beber les permite tratar con personas, con el trabajo y con sus vidas. Es decir que el alcohol domina tanto sus pensamientos como sus emociones y sus acciones”, detalló el médico del grupo.
La iglesia de San Roque le cedió un lugar al primer grupo de AA
“A raíz de las sugerencias realizadas por un miembro porteño de A.A que visitó Tucumán, el grupo fundacional le solicitó al padre Miguel Zelarayán -en calidad de préstamo- una dependencia en la parroquia San Roque. “La petición fue autorizada una semana después, en julio de 1968. Ello significó la fundación oficial y formal del primer grupo de AA en Tucumán, en la iglesia de avenida Avellaneda y Haití”, rememoró Miguel, que desde hace un año y medio está viviendo en sobriedad.
“El alcoholismo parece ser producido por la combinación de diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y hasta orgánica del alcohol. Lamentablemente, la adicción al alcohol produce severos daños cerebrales que son progresivos y que finalmente conducen a la muerte si el problema no es tratado a tiempo”, explicó otro integrante de Alcohólicos Anónimos de Tucumán, que es médico.
Es un trastorno primario y no un síntoma de otra enfermedad
“Aunque antes afectaba más a los varones adultos, últimamente incrementó su incidencia entre las mujeres y los jóvenes. El consumo y los problemas derivados del alcohol crecieron a partir de 1980 no sólo en Argentina, sino en todo Occidente, incluidos los Estados Unidos, la Unión Europea y los antiguos países del Este, así como también ciertos países en vías de desarrollo”, subrayó María D, en abstinencia desde hace dos años.
“Lo grave del alcoholismo es que no diferencia sexo, raza ni edad. Es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal que puede afectar a cualquier persona. Es un trastorno primario y no un síntoma de otras enfermedades o problemas emocionales, como muchas personas argumentan para justificar el consumo”, agregó otra de las mujeres que hace cinco años se mantiene sobria.
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