24 Julio 2008
El núcleo duro del kirchernismo sigue
Conmoción política. Un análisis de Carlos Abrehu, secretario general de Redacción LA GACETA.
El ciclo estaba agotado. Alberto Fernández se fue y forzó a Cristina Fernández de Kirchner a reemplazarlo a las apuradas. El ex jefe de Gabinete le dejó las manos libres a la Presidenta para que integre un nuevo elenco de colaboradores. Pero Cristina sólo concretó cambios módicos, que no prenuncian modificaciones de fondo. A Javier de Urquiza (Agricultura y Ganadería) y a Fernández, los derrumbó la catástrofe oficialista en la crucial votación del Senado, que tumbó la Resolución 125 sobre retenciones móviles. La tormenta política que se abatió sobre la Casa Rosada no se aplacó aún. El todopoderoso Julio De Vido sobrevivió a la ida de Fernández; siguen también Ricardo Jaime y Guillermo Moreno. Los tres son funcionarios de la máxima confianza de Néstor Kirchner. El núcleo duro está intacto. A Sergio Massa, el sustituto de Fernández, le reconocen laboriosidad, perfil dialoguista y pragmatismo político. Estas virtudes les fueron reconocidas por el vicepresidente Julio Cobos, oficialistas y opositores. Massa se define "kirchnerista puro", con una rica experiencia en funciones ejecutivas en la Anses y en la municipalidad de Tigre. El matrimonio Kirchner lo tuvo entre sus predilectos. Ahora bien, ¿qué margen de maniobra le dejarán a Massa? ¿El solo ingreso de él bastará para oxigenar a la Casa Rosada? Muy pocas fichas jugó el Gobierno para la nueva etapa. Lo viejo prevalece.
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