22 Julio 2008
Aerolíneas Argentinas, la empresa de aeronavegación de bandera, volvió ayer al Estado nacional luego de 18 años de ser manejada por operadores privados, según confirmó la presidenta, Cristina de Kirchner, durante un acto en Casa de Gobierno al que no fue invitado el vicepresidente, Julio Cobos.
La Presidenta aseguró que se mantendrán todas las fuentes de trabajo, pero a su vez le pidió al personal un nuevo esfuerzo para recuperar y garantizar la subsistencia de la empresa. Ante un público integrado por funcionarios, empleados de Aerolíneas, empresarios y sindicalistas, la jefa de Estado explicó que en 60 días la Justicia dictaminará respecto de la situación real de la compañía, plazo en el que también se enviará un proyecto de ley al Congreso. En ese lapso, el Estado invertirá para darle valor y después se iniciará un proceso de ingreso de capital privado a la empresa, que adeuda U$S 890 millones, de los cuales U$S 260 millones son exigibles en el corto plazo. Si la situación financiera es crítica, no lo es menos el funcionamiento de la compañía: opera con 17 aviones alquilados (sólo tiene seis propios), en 20 destinos, en apenas nueve oficinas en el exterior y sin ningún simulador de vuelo, según precisó el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, durante el acto, según la agencia NA. La Presidenta anticipó que una vez saneada y revalorizada, la empresa será abierta a la participación del sector privado.
Operadores del área de turismo de Tucumán expresaron su deseo de que Aerolíneas vuelva lo antes posible a manos privadas, según confirmaron a LA GACETA.
La Presidenta aseguró que se mantendrán todas las fuentes de trabajo, pero a su vez le pidió al personal un nuevo esfuerzo para recuperar y garantizar la subsistencia de la empresa. Ante un público integrado por funcionarios, empleados de Aerolíneas, empresarios y sindicalistas, la jefa de Estado explicó que en 60 días la Justicia dictaminará respecto de la situación real de la compañía, plazo en el que también se enviará un proyecto de ley al Congreso. En ese lapso, el Estado invertirá para darle valor y después se iniciará un proceso de ingreso de capital privado a la empresa, que adeuda U$S 890 millones, de los cuales U$S 260 millones son exigibles en el corto plazo. Si la situación financiera es crítica, no lo es menos el funcionamiento de la compañía: opera con 17 aviones alquilados (sólo tiene seis propios), en 20 destinos, en apenas nueve oficinas en el exterior y sin ningún simulador de vuelo, según precisó el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, durante el acto, según la agencia NA. La Presidenta anticipó que una vez saneada y revalorizada, la empresa será abierta a la participación del sector privado.
Operadores del área de turismo de Tucumán expresaron su deseo de que Aerolíneas vuelva lo antes posible a manos privadas, según confirmaron a LA GACETA.
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