La clave será el futuro Gabinete

BUENOS AIRES.- Nadie duda de que habrá cambios en el gabinete, aunque sí de cuales serán sus alcances. El ideal para los más optimistas es que, salvo alguna excepción, se integre en todas las carteras con personalidades calificadas y mediante periódicos acuerdos de ministros la Presidenta dirija la orquesta del  gobierno ampliando la visión de las cuestiones. Pero no parece que vaya a ser así, pues en las intensas noches de Olivos se ha comenzado a pensar en relevos de cargos de segundas líneas, nominaciones que en un gabinete de figuras calificadas se reservan generalmente a los ministros.
En un elenco ministerial realmente calificado no sería concebible que un secretario como Guillermo Moreno fuese más poderoso que el ministro de quien depende. Según la realidad que se intuye, el estilo será el mismo y en consecuencia habrá gatopardismo, mediante el cambio de algunos peones de brega. Seguramente Cristina Kirchner advertirá que un gabinete de personalidades y con acuerdos periódicos aleja a Néstor, pero ¿realmente lo desea?
Esta es la mayor incógnita en el sesgo que ha tomado la crisis, y la sugerencia del gobernador de San Luís, Alberto Rodríguez Saá, de convertir al esposo en jefe del Gabinete es de un nivel disparatado aun en el panorama de incertidumbre con que se está observando el presente. La sola mención del gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, como eventual jefe del Gabinete es una señal de que los nombres pueden cambiar mas no el modelo de gestión presidencialista.
   Si perdura el actual modelo de gestión personalista difícilmente se pueda superar la fractura que el oficialismo padeció en el Congreso, por lo cual la Presidenta deberá pagar el alto costo de la inseguridad legislativa. Un gabinete calificado podría traducirse en un retorno de los emigrados que ocasionaron la situación actual, dando solidez al gobierno para completar el mandato e inclusive podría no ser afectado en las elecciones legislativas del 2009. Si no es así, el peronismo tenderá a aglutinarse afuera del kirchnerismo, cuya organización partidaria encabezada por el ex presidente deberá enfrentar acosos judiciales, fundamentalmente por carecer de padrón de afiliados y  haber sido estructurado mediante la “operación clamor”. Como puede observarse, la figura de Néstor Kirchner está presente en todas las hipótesis de corto plazo y quiérase a no, la solución pasa por un acuerdo tan matrimonial como la nominación de Cristina para sucederlo. El escritor y sociólogo Marcos Aguinis se remitió en un reportaje al tratar de hallar alguna figura ejemplar de la situación que enfrenta la Presidenta al “Edipo rey”, de Sófocles, que prefirió arrancarse los ojos para continuar no viendo la realidad. ¿Es posible la hipótesis de Alberto Rodríguez Saa? (De nuestra Sucursal)