El campo demandó al Gobierno un cambio de política económica

BUENOS AIRES.- Los principales dirigentes del campo redoblaron ayer su apuesta en contra de las retenciones móviles, al asegurar que continuarán con la demanda de una política agropecuaria, sea cual fuere hoy la suerte de las retenciones móviles en el Senado. Fue durante un multitudinario acto realizado en la zona de Palermo.
Ante una avenida del Libertador colmada frente al Monumento de los Españoles, los cuatro presidentes de la Mesa de Enlace, más el líder entrerriano Alfredo De Angeli, cargaron duro contra el Gobierno, apuntaron al ex presidente Néstor Kirchner y reclamaron que los senadores no se dejen "presionar" por la Casa Rosada.
Hacia Kirchner, quien encabezó otro acto masivo en la Plaza del Congreso, la dirigencia agropecuaria le disparó los dardos más gruesos, y hasta lo acusaron de pretender manejar el Gobierno en las sombras. De Angeli acusó a Kirchner de "querer manejar el país desde la sala de máquinas" y le advirtió que "si sigue así lo va a estrellar". También aludió a las especulaciones que circularon en los últimos días, que hasta mencionaban la posibilidad de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya advertido a legisladores que si la votación era adversa al Gobierno, renunciaba.
"¿Está tan débil una presidenta para que una resolución que le voten en contra la voltee?", se preguntó De Angeli, el primer orador de la convocatoria a la que asistieron manifestantes de distintos puntos del país (300 de ellos tucumanos). Muchos de ellos se quedaron anoche en el lugar en vigilia, a la espera de la sesión de la Cámara Alta. Las intervenciones de la dirigencia agropecuaria, arengadas por la multitud al grito de "pegue, pegue, pegue", hicieron centro en cuestionar la política agropecuaria oficial y en ejercer presión para que los senadores indecisos se inclinen por la posición del agro. "Pongan huevos señores senadores", bramó el titular de Confederaciones Rurales, Mario Llambías, encargado de cerrar el acto, y advirtió que "el campo, al que algunos quisieron poner de rodillas, tiene hoy fuerza para poner a la Argentina de pie".
"No queremos que nos sigan robando la plata del interior", disparó Llambías. Sobre la votación en el Senado, Llambías alertó: "hay gente que quiere votar con el pueblo y está siendo apretada para que cambien su voto".
A su turno, el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, acusó al Gobierno de estar "logrando el enfriamiento de la economía, de detener el motor del crecimiento" y reclamó "un modelo de país distinto".
Buzzi dijo que el campo no es responsable del aumento del precio de la carne, la leche y el pan. "Venimos a dar un mensaje democrático profundo. Hoy ya no venimos a decir lo que no queremos. Venimos a decir lo que hace falta, lo que este país necesita", enfatizó.
Agregó: "somos parte del grito del interior, que pide una política agropecuaria distinta, que se haga cargo en serio de las economías regionales, y de 180.000 familias campesinas que están al borde de la pobreza".  
Por su parte, el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, consideró que los senadores "tienen la llave para destrabar el conflicto" desatado por las retenciones móviles, y manifestó que la solución "pasa por escuchar al campo, al pueblo".
"Ganemos o perdamos mañana (por hoy) en el Senado, esta medida no va a poder continuar", dijo Miguens en alusión a las retenciones móviles. Además, rechazó de plano que el campo busque desabastecer o disparar la inflación, recordó que, cuando era senadora en 1996, Cristina Kirchner dijo que los senadores estaban para "representar los intereses del conjunto del país y especialmente de las provincias", y no los del Ejecutivo.
Por su parte, Fernando Gioino, presidente de Coninagro, destacó que la convocatoria del campo es "genuina y marca un punto de inflexión".  (DyN-NA)


"Queridos senadores, mañana (por hoy) actúen mirando el bien común. Cuando voten  consideren el mejor objetivo, la democracia, la conciliación, la paz y un pueblo que merece un futuro mejor. Las entidades rurales no quieren que le falte nada a la gente y el campo se tiene que unir a la ciudad".



"Estamos en presencia de un modelo económico que apunta a la concentración y a que sigan ganando los mismos. Un capitalismo de amigos que siguen siendo beneficiarios y así no se resuelve la pobreza ni la mesa de los argentinos. Se necesita un modelo de país distinto".



"Queremos trabajar en paz, con reglas de juego estables, invertir y producir más para abastecer el mercado interno y exportar. Esta masiva manifestación viene a desmentir la antinomia entre el campo y la ciudad. A quien se le puede ocurrir que queremos desabastecer a los argentinos".