13 Julio 2008
SIN ARIDEZ NI ABSTRACCIONES. El trabajo está lleno de consejos práctivos y de ejemplos para enfrentar el desafío de hablar al público.
El libro que nos ocupa, obra de diferentes autores, es interesante, útil, necesario y, para algunos, indispensable.
No obstante el tema y lo que presupone el título, no es árido ni abstruso ni erudito. Al contrario; está escrito con amenidad, lleno de ejemplos y de consejos prácticos para cada caso en que de "oratoria" se trate: cómo estructurar el trabajo, organización de contenidos, lo que conviene decir según la ocasión y, sobre todo, aquello que debe evitarse; el tono que no se debe emplear según el ámbito (académico, profesional, empresario), etcétera.
Toca las más diversas posibilidades, desde un brindis hasta la presentación de un libro, y establece una serie de preceptos (corrección gramatical y léxica) con ejemplos de casos en los que esos preceptos se cumplen o incumplen.
Incluye dos aspectos que no siempre son tenidos en cuenta:
1) Externo: gestos, movimientos y hasta la actitud del orador.
2) Cómo actuar en situaciones inesperadas: apagón, interrupciones, etcétera.
¿Hablamos correctamente los argentinos? ¿Y los tucumanos? Escuchar algunos discursos y algunas entrevistas televisivas da escalofríos, ya sea por la intoxicación de eses y/o consonantes intermedias de que padece el hablante, ya por la falta de concordancia ("la cual" es una muletilla que suele ubicarse en cualquier parte, sea masculino, singular o plural el antecedente).
Ejemplos de habla incorrecta -en cualquier nivel social- hay millares. En consecuencia, vale la pena no sólo leer sino estudiar este libro y, mejor aún, tenerlo de cabecera.
Espero que todo lo tucumano aceten ete proyeto por la cual estamo trabajando (sic).© LA GACETA
No obstante el tema y lo que presupone el título, no es árido ni abstruso ni erudito. Al contrario; está escrito con amenidad, lleno de ejemplos y de consejos prácticos para cada caso en que de "oratoria" se trate: cómo estructurar el trabajo, organización de contenidos, lo que conviene decir según la ocasión y, sobre todo, aquello que debe evitarse; el tono que no se debe emplear según el ámbito (académico, profesional, empresario), etcétera.
Toca las más diversas posibilidades, desde un brindis hasta la presentación de un libro, y establece una serie de preceptos (corrección gramatical y léxica) con ejemplos de casos en los que esos preceptos se cumplen o incumplen.
Incluye dos aspectos que no siempre son tenidos en cuenta:
1) Externo: gestos, movimientos y hasta la actitud del orador.
2) Cómo actuar en situaciones inesperadas: apagón, interrupciones, etcétera.
¿Hablamos correctamente los argentinos? ¿Y los tucumanos? Escuchar algunos discursos y algunas entrevistas televisivas da escalofríos, ya sea por la intoxicación de eses y/o consonantes intermedias de que padece el hablante, ya por la falta de concordancia ("la cual" es una muletilla que suele ubicarse en cualquier parte, sea masculino, singular o plural el antecedente).
Ejemplos de habla incorrecta -en cualquier nivel social- hay millares. En consecuencia, vale la pena no sólo leer sino estudiar este libro y, mejor aún, tenerlo de cabecera.
Espero que todo lo tucumano aceten ete proyeto por la cual estamo trabajando (sic).© LA GACETA
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