05 Julio 2008
BUENA CAUSA. De Carli pretendía juntar dinero para ayudar a conductores. REUTERS
SAN PABLO, Brasil.- El cuerpo del sacerdote Adelir Antonio de Carli, quien desapareció hace más de dos meses al intentar batir un récord de vuelo sujetado a 1.000 globos de fiesta, fue encontrado a 100 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, en alta mar.
El cadáver del cura fue hallado el jueves por un remolcador de la empresa brasileña Petrobras. La compañía petrolera informó ayer del hallazgo, y precisó que el remolcador Anna Gabriela encontró el cadáver del cura y que éste todavía tenía el equipo de vuelo.
El hombre, de 42 años, estaba desaparecido desde el 20 de abril pasado, cuando intentó volar atado a los globos inflados con helio. Había partido desde Paranaguá, un estado ubicado al sur de Brasil, y se dirigía hacia Dourados, en el Mato Grosso do Sul, cerca de Paraguay.
De Carli calculó mal los vientos y viajó hacia la zona del litoral marítimo, donde se perdió el contacto con tierra. El sacerdote había llevado un aparato de ubicación geográfica GPS, pero desde el aire, por su celular, había avisado que desconocía cómo funcionaba.
El cura fue desviado mar adentro en el océano Atlántico por un cambio de vientos y el martes 22 de abril la Marina localizó una parte de los coloridos globos de fiesta frente a Porto Belo, en el estado de Santa Catarina, unos 150 kilómetros al sur.
El hombre pretendía batir un récord de permanencia en el aire para recaudar fondos para la Pastoral de Carreteras que, fundamentalmente asiste a camioneros. Su cuerpo, encontrado a más de 1.500 kilómetros del lugar del que había partido, fue llevado al Instituto Médico Legal de la ciudad de Macaé. (Télam-Ansa-Especial-Reuters)
El cadáver del cura fue hallado el jueves por un remolcador de la empresa brasileña Petrobras. La compañía petrolera informó ayer del hallazgo, y precisó que el remolcador Anna Gabriela encontró el cadáver del cura y que éste todavía tenía el equipo de vuelo.
El hombre, de 42 años, estaba desaparecido desde el 20 de abril pasado, cuando intentó volar atado a los globos inflados con helio. Había partido desde Paranaguá, un estado ubicado al sur de Brasil, y se dirigía hacia Dourados, en el Mato Grosso do Sul, cerca de Paraguay.
De Carli calculó mal los vientos y viajó hacia la zona del litoral marítimo, donde se perdió el contacto con tierra. El sacerdote había llevado un aparato de ubicación geográfica GPS, pero desde el aire, por su celular, había avisado que desconocía cómo funcionaba.
El cura fue desviado mar adentro en el océano Atlántico por un cambio de vientos y el martes 22 de abril la Marina localizó una parte de los coloridos globos de fiesta frente a Porto Belo, en el estado de Santa Catarina, unos 150 kilómetros al sur.
El hombre pretendía batir un récord de permanencia en el aire para recaudar fondos para la Pastoral de Carreteras que, fundamentalmente asiste a camioneros. Su cuerpo, encontrado a más de 1.500 kilómetros del lugar del que había partido, fue llevado al Instituto Médico Legal de la ciudad de Macaé. (Télam-Ansa-Especial-Reuters)
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