“Aquí vivimos muertos”, había escrito en una carta a sus familiares

BOGOTA.- “Vivo en una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquitero y con una carpa encima que oficia de techo. Aquí vivimos muertos. Estoy mal físicamente. No he vuelto a comer, el apetito se me bloqueó y el pelo se me cae en grandes cantidades”.
El 30 de noviembre del año pasado, la franco-colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada en 2002 por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y rescatada ayer, había enviado una dramática carta, acompañada con fotos y videos, a su madre, Yolanda Pulecio, que conmovió al mundo.
La vida como “desperdicio lúgubre”, la vida que no es vida”, agregaba en otros de los párrafos la misiva de 12 carillas que fue revelada como una prueba de vida que habían pedido los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy y de Venezuela, Hugo Chávez, que reclamaban por su liberación.

Drama de 3.000 personas
Ingrid fue durante sus seis años de cautiverio uno de los principales símbolos del secuestro en la nación sudamericana. Durante esos años, su imagen dio la vuelta al mundo para recordar el drama que viven unas 3.000 personas retenidas en contra de su voluntad en Colombia, en su mayoría detenidas por los guerrilleros de las FARC. La líder política, de 46 años,  (25-12-1961) era candidata a la presidencia por el partido Verde Oxígeno cuando fue secuestrada en el marco de su campaña el 23 de febrero de 2002 por los rebeldes, tres días antes de que el entonces presidente Andrés Pastrana (1998-2002) rompió contactos con las FARC. Betancourt es hija de Gabriel Betancourt, quien fue ministro de Educación y que falleció en marzo de 2002, y de la ex reina de belleza Yolanda Pulecio. Ingrid Betancourt se educó en el Liceo Francés de Bogotá y posteriormente, estudió en la escuela de Ciencias Políticas de París. Durante la década del 90 le declaró batalla al entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998) por los dineros del narcotráfico de su campaña. Tras ese hecho, escribió un libro en francés, “La Rage Au Coeur” (“La Rabia en el Corazón”) en el que relató el escándalo que envolvió a Samper. Betancourt fue elegida a la Cámara de Representantes y después fue senadora por el partido Verde Oxígeno, afín a los verdes europeos, y en 2002 postuló su nombre a la primera magistratura del país, pero su aspiración fue silenciada con su secuestro.
Sus hijos, Lorenzo y Mellanie, fruto de su primer matrimonio con el francés Fabrice Delloye (en el momento de ser secuestrada estaba casada con el colombiano Juan Carlos Lecompte, con quien no tuvo hijos), pidieron varias veces por su liberación. Fue ciudadana honoraria de varias ciudades del mundo, incluidas Roma y París, donde su fotografía reposaba hasta ahora sobre el ayuntamiento de “La Ciudad Luz” con la idea de no ser retirada hasta que fuera liberada. (Especial-DPA)