01 Julio 2008
LA GACETA/ FRANCO VERA
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner lució, al llegar a la provincia, un conjunto de pollera y saco largo estampado en pied-de-poule, una camisa y un elegante pañuelo alrededor de su cuello. Los colores dominantes eran el rosa y el negro, con algún toque de gris. Por la noche, en la cena en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, presentó un vestido raso en tonos cobrizos. Ayer, en el diario El Cronista, el periodista Gustavo Chopitea se detuvo en el vestuario de la jefa de Estado y en su tela preferida. "Su predilección es clara: el raso, esto es una ?tela de seda lustrosa? que es capaz de lucir hasta para el desayuno. Quizás, por lo llamativo de la tela, que responde al afán de protagonismo que la caracteriza. El raso, al brillar, llama la atención", sostuvo Chopitea. Aunque sólo se quedará hasta hoy, al hotel Catalinas Park llegó una gran cantidad de vestidos y de equipajes pertenecientes a la mandataria.
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