26 Junio 2008
ANTECEDENTES. Rosental Calmon Alves afirma que internet es un mojón histórico, como la imprenta y como la Revolución Industrial.
El mundo no es el mismo. Los celulares han abierto un nuevo paradigma y es muy difícil imaginarse la vida sin ellos. Más difícil es recordar cómo era todo cuando estos portátiles no existían. El e-mail, incluso, parece algo viejo ya. Este panorama, seguramente, no es nuevo para ninguno de los lectores; pero, como son protagonistas de esta gran transformación, es muy difícil que se den cuenta de lo que está pasando. Para eso están los expertos; y Rosental Calmon Alves, periodista desde hace 40 años, es un especialista en la información que circula por internet.
"La gente está tan cerca de los árboles que no ve el bosque completo"; con esta metáfora, el director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas empieza a describir lo que él define como "una verdadera revolución". "Las transformaciones actuales son similares a dos procesos que ya se vivieron: el primero es la invención de la imprenta, que cambió el mundo. Esa invención rompió el monopolio de los aristócratas, de la nobleza y de la Iglesia, que hasta entonces guardaban la información. El segundo fue la Revolución Industrial que cambió el orden económico mundial".
Rosental se reunió con LA GACETA en Gotemburgo, Suecia,, donde se llevó a cabo el 61 Congreso Mundial de Periódicos y el 15º Foro Mundial de Editores. Este experto brasileño no podía caminar por los pasillos. A cada instante alguien se detenía y le consultaba algo. Con una sonrisa respondía a cada uno, sin importarle si la pregunta era en inglés, portugués o español.
Este periodista, que trabajó en Buenos Aires, advirtió que "estamos en las primeras décadas de un proceso mundial". "Pero no es cuestión de hablar de periodismo. Esta revolución digital significa que estamos hablando de la humanidad, del equilibrio, del poder en el mundo. Pero estas transformaciones que trajo internet son apenas la punta del iceberg, porque hemos ingresado en la revolución digital" . Rosental tomó aire después de su monólogo y aclaró: "estamos en la transición de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento y de la información".
En sus clases sobre periodismo on line, crea un espacio especial para que los chicos puedan crear. "El conocimiento está creando una nueva mentalidad. El conocimiento cambia tan velozmente que hay que crear un espacio en el periodismo para que la gente experimente", precisó.
"Cuando comencé a hacer periodismo en los años 60 se daba una fórmula y listo. Había que respetarla y asunto solucionado. Ahora no es así. Aquí tenemos los principios y los elementos básicos: el papel del periodismo en una sociedad, la importancia de la libertad, de la ética y de los valores que hacen que el periodismo sea distinto", recordó el experto. Y añadió: "hoy esos valores están amenazados y tenemos que trabajar para mantener los valores y no el entorno de esos valores. Eso ya cambió, el lenguaje mismo cambió". La mirada de incomprensión lo obligó a explayarse: "Los valores quedan. Un diario tiene que estar perfectamente consciente que su negocio no es poner tinta sobre papel. Ese no es el negocio. El negocio del periódico es la información, y más que la información es la influencia", aclaró.
No desaparecerá
"Hoy, un periódico es un negocio en transición. No es que el diario de papel vaya a desaparecer. No va a desaparecer. La amenaza está surgiendo y además es real; pero más que una amenaza lo importante son las oportunidades que se están abriendo con los medios digitales. Eso es para los que lo entiendan; los que no van a empezar a suicidarse y vamos a entrar a los ?mediacidios? ", comentó, y soltó una carcajada con su ironía.
- Hasta hace un tiempo era importante tener números de teléfonos y agendas; y esa información era un bien preciado que se guardaba; ahora parece que lo importante es saber qué hacer con la información.
- No es tan cierto. Es muy importante que en esta transición se tome conciencia de que no es una cosa u otra. Por el contrario; es una cosa y otra. La agenda, los contactos van a diferenciar al periodista del aventurero. Pero eso antes bastaba; ahora no. Hoy hace falta una cierta familiarización con la tecnología. Ahora tenemos que hacer audio, videos, pensar en múltiples plataformas y pasar de la "mono-media" a la multimedia". La única alternativa para un periódico es transformarse en una redacción multimedia
.
Rosental volvió a apasionarse y se soltó: "cuando le cae la ficha al periodista (¿se dice así?, preguntó, contento de encontrar una palabra de la jerga más juvenil y coloquial) de que estamos abriendo las puertas para mejorar su manera de contar la historia, se habrá producido la transformación. Somos todos contadores de historias, pero ahora puedes hacerlo de varias formas, con un video, con una foto, publicando todos los documentos en los que basaste tu investigación y puedes además hacer una fotogalería, un mapa interactivo, etcétera".
El experto en internet tomó aire y soltó un consejo: "la gente debe entender que parte de esta sociedad de la era digital es que estamos en un mundo en red. El ser humano está conectado las 24 horas del día a través de un celular o de una PC, y es un ser humano diferente del que era antes. En Tucumán, seguramente, nadie se acuerda cómo era la vida sin el celular".
-Cada vez se instala más el concepto de las redes sociales. ¿Qué es eso?
-El periódico siempre fue formador de comunidades porque es la comunidad de los lectores, de lo que ellos leen. Pero antes no había forma de conectarlos y no tenía el sentido de comunidad. Todo el mundo leía en el desayuno y hablaba con la persona que estaba a su lado, pero no podía hacerlo con otras ni hablar de vuelta con la comunidad. Ahora sí pueden. Y los diarios no se dan cuenta de que pueden formar comunidades que se comuniquen entre sí. Se comunican con el diario y entre ellos. Y esta es una de las mejores oportunidades del periódico; la de ser animadores, promotores, facilitadores y mediadores de la comunidad o de varias comunidades. Alguien tiene que conectar a la gente, hay una oportunidad para hacer que los nichos se unan y también hay una oportunidad de negocios.
El restaurante comienzó a cerrar y Rosental pidió agua. Si por él fuera, hubiera seguido hablando de periodismo; sin embargo, aceptó una última pregunta:
-¿Cuál es la forma de salvarse de esta revolución?
-La primera cosa es concientizarse de que ella existe. Hay que abrir la mente. El negocio del periódico no va a ser el mismo, pero va a tener otros conectados. Hay que tener coraje de hacer cambios y coraje de experimentar. Nuestro negocio de periódicos es una fórmula de 200 años que ya estaba y no la experimentamos. Hoy hay que experimentar y si uno se equivoca, hay que tomar otro camino y seguir.
"La gente está tan cerca de los árboles que no ve el bosque completo"; con esta metáfora, el director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas empieza a describir lo que él define como "una verdadera revolución". "Las transformaciones actuales son similares a dos procesos que ya se vivieron: el primero es la invención de la imprenta, que cambió el mundo. Esa invención rompió el monopolio de los aristócratas, de la nobleza y de la Iglesia, que hasta entonces guardaban la información. El segundo fue la Revolución Industrial que cambió el orden económico mundial".
Rosental se reunió con LA GACETA en Gotemburgo, Suecia,, donde se llevó a cabo el 61 Congreso Mundial de Periódicos y el 15º Foro Mundial de Editores. Este experto brasileño no podía caminar por los pasillos. A cada instante alguien se detenía y le consultaba algo. Con una sonrisa respondía a cada uno, sin importarle si la pregunta era en inglés, portugués o español.
Este periodista, que trabajó en Buenos Aires, advirtió que "estamos en las primeras décadas de un proceso mundial". "Pero no es cuestión de hablar de periodismo. Esta revolución digital significa que estamos hablando de la humanidad, del equilibrio, del poder en el mundo. Pero estas transformaciones que trajo internet son apenas la punta del iceberg, porque hemos ingresado en la revolución digital" . Rosental tomó aire después de su monólogo y aclaró: "estamos en la transición de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento y de la información".
En sus clases sobre periodismo on line, crea un espacio especial para que los chicos puedan crear. "El conocimiento está creando una nueva mentalidad. El conocimiento cambia tan velozmente que hay que crear un espacio en el periodismo para que la gente experimente", precisó.
"Cuando comencé a hacer periodismo en los años 60 se daba una fórmula y listo. Había que respetarla y asunto solucionado. Ahora no es así. Aquí tenemos los principios y los elementos básicos: el papel del periodismo en una sociedad, la importancia de la libertad, de la ética y de los valores que hacen que el periodismo sea distinto", recordó el experto. Y añadió: "hoy esos valores están amenazados y tenemos que trabajar para mantener los valores y no el entorno de esos valores. Eso ya cambió, el lenguaje mismo cambió". La mirada de incomprensión lo obligó a explayarse: "Los valores quedan. Un diario tiene que estar perfectamente consciente que su negocio no es poner tinta sobre papel. Ese no es el negocio. El negocio del periódico es la información, y más que la información es la influencia", aclaró.
No desaparecerá
"Hoy, un periódico es un negocio en transición. No es que el diario de papel vaya a desaparecer. No va a desaparecer. La amenaza está surgiendo y además es real; pero más que una amenaza lo importante son las oportunidades que se están abriendo con los medios digitales. Eso es para los que lo entiendan; los que no van a empezar a suicidarse y vamos a entrar a los ?mediacidios? ", comentó, y soltó una carcajada con su ironía.
- Hasta hace un tiempo era importante tener números de teléfonos y agendas; y esa información era un bien preciado que se guardaba; ahora parece que lo importante es saber qué hacer con la información.
- No es tan cierto. Es muy importante que en esta transición se tome conciencia de que no es una cosa u otra. Por el contrario; es una cosa y otra. La agenda, los contactos van a diferenciar al periodista del aventurero. Pero eso antes bastaba; ahora no. Hoy hace falta una cierta familiarización con la tecnología. Ahora tenemos que hacer audio, videos, pensar en múltiples plataformas y pasar de la "mono-media" a la multimedia". La única alternativa para un periódico es transformarse en una redacción multimedia
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Rosental volvió a apasionarse y se soltó: "cuando le cae la ficha al periodista (¿se dice así?, preguntó, contento de encontrar una palabra de la jerga más juvenil y coloquial) de que estamos abriendo las puertas para mejorar su manera de contar la historia, se habrá producido la transformación. Somos todos contadores de historias, pero ahora puedes hacerlo de varias formas, con un video, con una foto, publicando todos los documentos en los que basaste tu investigación y puedes además hacer una fotogalería, un mapa interactivo, etcétera".
El experto en internet tomó aire y soltó un consejo: "la gente debe entender que parte de esta sociedad de la era digital es que estamos en un mundo en red. El ser humano está conectado las 24 horas del día a través de un celular o de una PC, y es un ser humano diferente del que era antes. En Tucumán, seguramente, nadie se acuerda cómo era la vida sin el celular".
-Cada vez se instala más el concepto de las redes sociales. ¿Qué es eso?
-El periódico siempre fue formador de comunidades porque es la comunidad de los lectores, de lo que ellos leen. Pero antes no había forma de conectarlos y no tenía el sentido de comunidad. Todo el mundo leía en el desayuno y hablaba con la persona que estaba a su lado, pero no podía hacerlo con otras ni hablar de vuelta con la comunidad. Ahora sí pueden. Y los diarios no se dan cuenta de que pueden formar comunidades que se comuniquen entre sí. Se comunican con el diario y entre ellos. Y esta es una de las mejores oportunidades del periódico; la de ser animadores, promotores, facilitadores y mediadores de la comunidad o de varias comunidades. Alguien tiene que conectar a la gente, hay una oportunidad para hacer que los nichos se unan y también hay una oportunidad de negocios.
El restaurante comienzó a cerrar y Rosental pidió agua. Si por él fuera, hubiera seguido hablando de periodismo; sin embargo, aceptó una última pregunta:
-¿Cuál es la forma de salvarse de esta revolución?
-La primera cosa es concientizarse de que ella existe. Hay que abrir la mente. El negocio del periódico no va a ser el mismo, pero va a tener otros conectados. Hay que tener coraje de hacer cambios y coraje de experimentar. Nuestro negocio de periódicos es una fórmula de 200 años que ya estaba y no la experimentamos. Hoy hay que experimentar y si uno se equivoca, hay que tomar otro camino y seguir.
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