22 Junio 2008
DECISION INDESEADA. En Buenos Aires, tamberos derramaron leche. Una escena similar se vivió ayer en Trancas. DYN
El impacto de la crisis agraria acusó un golpe en la cuenca lechera de Trancas: 4.000 litros de leche en mal estado se deslizaron ayer a la mañana por el desagüe del establecimiento San Julián, ante la imposibilidad de sus propietarios de trasladar en camión el producto hacia los puntos de venta.
"Lamentablemente no pudimos aguantar y, sobre el final de este paro, tuvimos que tirar 4.000 litros de leche en Tucumán que no se podían regalar -esa era nuestra intención- porque ya estaba en mal estado", explicó a LA GACETA Domingo Colombres (h), propietario del tambo ubicado en la localidad de Benjamín Paz.
Apenado por la situación, Colombres instó a que se haga pública el problema que atraviesa la lechería. "Es importante que el Gobierno y la ciudadanía en su conjunto conozcan más sobre esta tradicional actividad de Tucumán", solicitó. "Los productores de leche del país y de esta provincia estamos pasando por un pésimo momento y si este conflicto no se resuelve razonablemente estamos condenados a desaparecer. Tucumán produce 55.000 litros de leche por día, de los cuales 35.000 salen de Trancas a las provincias de Salta y de Santa Fe. Estos últimos 20 días fueron muy difíciles para nosotros: el esfuerzo para colocar la leche en industrias locales y salteñas (colmadas en su capacidad) sumado a la falta de gasoil fue inmenso y muy desgastante", especificó.
Colombres detalló que en una explotación tambera se ordeña dos veces por día y es imposible no hacerlo debido a que en las vacas aparecen infecciones que terminan probablemente con la muerte o en el descarte de los animales, que en promedio están valuados en $ 3.000 cada uno. "La leche se almacena en tanques con equipo de frío y por supuesto su capacidad es limitada. Por otro lado, aún con frío, la leche es un producto muy perecedero y no dura más de dos días en nuestros tanques. Todo esto hace que nuestra situación sea realmente delicada", añadió.
El tambero estimó ("siendo conservador", aclaró) que el costo de producir un litro de leche oscila entre $ 0,75 y $ 1. "Entonces, si el promedio de pago a los productores es de $ 0,83, no es difícil concluir de que en esta actividad no existe rentabilidad. En estas condiciones, que el país produzca más leche es una utopía de quienes nos gobiernan. Las retenciones en lechería también son importantes y están en el orden del 30%. Sin este tipo de medidas, en países vecinos los productores cobran aproximadamente $ 1,40 el litro de leche", aseguró Colombres.
"Es oportuno aclarar que el aumento de las retenciones a la comercialización de la soja no soluciona nuestro problema como se lee en algunos artículos: lo que necesitamos es discutir en serio nuestra situación y planificar cómo aprovechar este gran momento internacional para crecer y, por supuesto, para abastecer a precio razonable a quienes lo necesiten en el país. Con el tratamiento de este conflicto en el Congreso de la Nación, estamos ante una oportunidad muy grande; por eso pedimos a nuestros legisladores nacionales que defiendan nuestros intereses, que escuchen que este no es el reclamo de un sector, sino el de toda una sociedad que pide un cambio en la manera de gobernar", concluyó.
"Lamentablemente no pudimos aguantar y, sobre el final de este paro, tuvimos que tirar 4.000 litros de leche en Tucumán que no se podían regalar -esa era nuestra intención- porque ya estaba en mal estado", explicó a LA GACETA Domingo Colombres (h), propietario del tambo ubicado en la localidad de Benjamín Paz.
Apenado por la situación, Colombres instó a que se haga pública el problema que atraviesa la lechería. "Es importante que el Gobierno y la ciudadanía en su conjunto conozcan más sobre esta tradicional actividad de Tucumán", solicitó. "Los productores de leche del país y de esta provincia estamos pasando por un pésimo momento y si este conflicto no se resuelve razonablemente estamos condenados a desaparecer. Tucumán produce 55.000 litros de leche por día, de los cuales 35.000 salen de Trancas a las provincias de Salta y de Santa Fe. Estos últimos 20 días fueron muy difíciles para nosotros: el esfuerzo para colocar la leche en industrias locales y salteñas (colmadas en su capacidad) sumado a la falta de gasoil fue inmenso y muy desgastante", especificó.
Colombres detalló que en una explotación tambera se ordeña dos veces por día y es imposible no hacerlo debido a que en las vacas aparecen infecciones que terminan probablemente con la muerte o en el descarte de los animales, que en promedio están valuados en $ 3.000 cada uno. "La leche se almacena en tanques con equipo de frío y por supuesto su capacidad es limitada. Por otro lado, aún con frío, la leche es un producto muy perecedero y no dura más de dos días en nuestros tanques. Todo esto hace que nuestra situación sea realmente delicada", añadió.
El tambero estimó ("siendo conservador", aclaró) que el costo de producir un litro de leche oscila entre $ 0,75 y $ 1. "Entonces, si el promedio de pago a los productores es de $ 0,83, no es difícil concluir de que en esta actividad no existe rentabilidad. En estas condiciones, que el país produzca más leche es una utopía de quienes nos gobiernan. Las retenciones en lechería también son importantes y están en el orden del 30%. Sin este tipo de medidas, en países vecinos los productores cobran aproximadamente $ 1,40 el litro de leche", aseguró Colombres.
"Es oportuno aclarar que el aumento de las retenciones a la comercialización de la soja no soluciona nuestro problema como se lee en algunos artículos: lo que necesitamos es discutir en serio nuestra situación y planificar cómo aprovechar este gran momento internacional para crecer y, por supuesto, para abastecer a precio razonable a quienes lo necesiten en el país. Con el tratamiento de este conflicto en el Congreso de la Nación, estamos ante una oportunidad muy grande; por eso pedimos a nuestros legisladores nacionales que defiendan nuestros intereses, que escuchen que este no es el reclamo de un sector, sino el de toda una sociedad que pide un cambio en la manera de gobernar", concluyó.