22 Junio 2008
En el libro El pensamiento político latinoamericano, el historiador argentino José Luis Romero caracteriza de esta forma al pensamiento político de derecha:
1) No se trata de un partido político determinado, sino de una conjunción de grupos que coinciden en una actitud política? Por su propia naturaleza, la derecha no suele elaborar proyectos y es reacia a fundamentar doctrinariamente su conducta.
2) Las fuerzas económicas y sociales de la derecha están enérgicamente resueltas a defender sus posiciones contra la ofensiva de vastas mayorías no poseedoras y operan especialmente como grupos de presión a través de diversos regímenes políticos, aun cuando no sean estos específicamente de derecha.
3) Son grupos socieconómicos que, en situaciones caracterizadas por la existencia de un consenso general respecto del orden establecido, ejercen el poder silenciosamente a través de diversos partidos políticos, operando como grupos de presión, pero que, en situaciones críticas, se movilizan como fuerzas políticas recabando para sí el monopolio del poder ?antes compartido, delegado o consentido- y asumiendo de manera activa la defensa del orden vigente, dentro del cual tienen una posición privilegiada.
1) No se trata de un partido político determinado, sino de una conjunción de grupos que coinciden en una actitud política? Por su propia naturaleza, la derecha no suele elaborar proyectos y es reacia a fundamentar doctrinariamente su conducta.
2) Las fuerzas económicas y sociales de la derecha están enérgicamente resueltas a defender sus posiciones contra la ofensiva de vastas mayorías no poseedoras y operan especialmente como grupos de presión a través de diversos regímenes políticos, aun cuando no sean estos específicamente de derecha.
3) Son grupos socieconómicos que, en situaciones caracterizadas por la existencia de un consenso general respecto del orden establecido, ejercen el poder silenciosamente a través de diversos partidos políticos, operando como grupos de presión, pero que, en situaciones críticas, se movilizan como fuerzas políticas recabando para sí el monopolio del poder ?antes compartido, delegado o consentido- y asumiendo de manera activa la defensa del orden vigente, dentro del cual tienen una posición privilegiada.