20 Junio 2008
"Hasta ahora la Feria de los Huerteros marcha muy bien, no solo por el hecho que demuestran los números de asistentes y productores participantes, sino porque todos estamos aprendiendo", afirmó Javier Rovira, del INTA Famaillá, coordinador nacional del programa. "Primero, los productores consumían para su consumo, pero ahora, están planificando para tener excedentes, partiendo de la optimización de sus huertas", explicó. "Por supuesto, cuentan con el seguimiento y la capacitación que les brindamos desde el INTA", destacó.
El objetivo es que los pequeños productores que participan de la feria tengan una oferta más diversificada, buscando que logren una buena estabilidad y apostando a que sigan creciendo.
Por el momento la feria se hace una vez por mes, pero ampliar la frecuencia no es nuestro objetivo, aunque estimo que para fin de año podríamos tener un mayor número de reuniones mensuales, comentó Rovira. "Todo depende de la oferta de productos que tengan los huerteros", aclaró.
"No es un problema de recursos, porque tenemos los suficientes y necesarios provistos por la Nación; tampoco se trata de un problema organizativo, sino que solo queremos aprovechar las enseñanzas que no está dejando la Feria de los Huerteros", dijo. "Queremos que se institucionalice dentro de las organizaciones sociales, entre la comunidad", puntualizó.
"No se trata de una feria común, ya que en ella apostamos al rescate cultural y revalorización de los cultivos locales", continuó explicando. "La idea es darle valor de uso, por ejemplo en la alimentación, y capacitar sobre cómo cocinar y cómose come", dijo el especialista del INTA Famaillá.
El maíz es el alimento por excelencia de América latina. En el caso del choclo, que los humanos consumimos muy poco, ya que la mayor parte se destina al alimento de los animales, la idea es recuperarlo en los alimentos, consumiéndolo en forma de harina, en alfajores, frito, etc, ejemplificó Rovira.
En el programa también trabajan con la mandioca, con el queso de cabra (Taco Ralo), con maíces andinos (Santa María) y con variedades de zapallo y batata.
El objetivo es que los pequeños productores que participan de la feria tengan una oferta más diversificada, buscando que logren una buena estabilidad y apostando a que sigan creciendo.
Por el momento la feria se hace una vez por mes, pero ampliar la frecuencia no es nuestro objetivo, aunque estimo que para fin de año podríamos tener un mayor número de reuniones mensuales, comentó Rovira. "Todo depende de la oferta de productos que tengan los huerteros", aclaró.
"No es un problema de recursos, porque tenemos los suficientes y necesarios provistos por la Nación; tampoco se trata de un problema organizativo, sino que solo queremos aprovechar las enseñanzas que no está dejando la Feria de los Huerteros", dijo. "Queremos que se institucionalice dentro de las organizaciones sociales, entre la comunidad", puntualizó.
"No se trata de una feria común, ya que en ella apostamos al rescate cultural y revalorización de los cultivos locales", continuó explicando. "La idea es darle valor de uso, por ejemplo en la alimentación, y capacitar sobre cómo cocinar y cómose come", dijo el especialista del INTA Famaillá.
El maíz es el alimento por excelencia de América latina. En el caso del choclo, que los humanos consumimos muy poco, ya que la mayor parte se destina al alimento de los animales, la idea es recuperarlo en los alimentos, consumiéndolo en forma de harina, en alfajores, frito, etc, ejemplificó Rovira.
En el programa también trabajan con la mandioca, con el queso de cabra (Taco Ralo), con maíces andinos (Santa María) y con variedades de zapallo y batata.