14 Junio 2008
Buenos Aires.- El conflicto entre el Gobierno y el campo comenzó a bifurcarse por distintos andariveles a partir de la falta de resolución del litigio. El más tensionante de ellos se ubica en las rutas del interior del país, con transportistas que hacen las veces de actores de reparto de una obra cuyo desenlace sigue abierto. Y, al haber aparecido los transportistas en este prolongado conflicto, perjudicados por no poder trasladar los cereales que permanecen en los campos, también comenzaron a percibirse los movimientos de Hugo Moyano, el jefe de la CGT aliado del Gobierno y viejo conocedor de los pliegues del transporte nacional.
Fiel al estilo del sindicalismo tradicional, se sabe que los favores de Moyano no son gratuitos. Pero el jefe camionero logró que un sector de los transportistas dejara las rutas, luego de haber piloteado conversaciones secretas con transportistas y ruralistas. En este sentido, algunos de los puntos que contendrá el decreto prometido por el Gobierno a los transportistas combatirá el trabajo en negro y propiciará la regularización de la actividad, lo cual beneficiará con más aportes patronales a la caja del gremio de los choferes de camiones. Pero seguramente no terminará allí el compromiso político del Gobierno. Moyano es un aliado del ministro Julio De Vido, enfrentado al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien los ruralistas ya no quieren como interlocutor si se reabre el diálogo con el campo. Por eso algunos ya presagian nuevos embates en la interna del Gabinete kirchnerista contra Alberto Fernández.
El titular de la CGT seguramente aprovechará este probable éxito en la negociación con los camioneros para posicionarse en la interna sindical, donde hoy parece dificultarse la realización del Confederal cegetista destinado a su reelección.
Moyano tiene reclamos pendientes con el Gobierno, como una mejora para las asignaciones familiares y la elevación del piso del Impuesto a las Ganancias. Algunos laderos dicen que este “favor” de Moyano pesará mucho a la hora de exigir otra negociación de paritarias -si es que la inflación se desborda-, inutilizando el techo del 20% que él mismo promovió en las paritarias de principios de año.
Para determinar si la participación de Moyano fue efectiva resta saber ahora el grado de representación que tiene en las rutas la Fetra, que nuclea a las empresas de Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y La Pampa.
Fiel al estilo del sindicalismo tradicional, se sabe que los favores de Moyano no son gratuitos. Pero el jefe camionero logró que un sector de los transportistas dejara las rutas, luego de haber piloteado conversaciones secretas con transportistas y ruralistas. En este sentido, algunos de los puntos que contendrá el decreto prometido por el Gobierno a los transportistas combatirá el trabajo en negro y propiciará la regularización de la actividad, lo cual beneficiará con más aportes patronales a la caja del gremio de los choferes de camiones. Pero seguramente no terminará allí el compromiso político del Gobierno. Moyano es un aliado del ministro Julio De Vido, enfrentado al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien los ruralistas ya no quieren como interlocutor si se reabre el diálogo con el campo. Por eso algunos ya presagian nuevos embates en la interna del Gabinete kirchnerista contra Alberto Fernández.
El titular de la CGT seguramente aprovechará este probable éxito en la negociación con los camioneros para posicionarse en la interna sindical, donde hoy parece dificultarse la realización del Confederal cegetista destinado a su reelección.
Moyano tiene reclamos pendientes con el Gobierno, como una mejora para las asignaciones familiares y la elevación del piso del Impuesto a las Ganancias. Algunos laderos dicen que este “favor” de Moyano pesará mucho a la hora de exigir otra negociación de paritarias -si es que la inflación se desborda-, inutilizando el techo del 20% que él mismo promovió en las paritarias de principios de año.
Para determinar si la participación de Moyano fue efectiva resta saber ahora el grado de representación que tiene en las rutas la Fetra, que nuclea a las empresas de Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y La Pampa.