06 Junio 2008
LA HAMBRUNA ACECHA. En la FAO aseguran que se desperdician alimentos.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, solicitó a los líderes de las naciones centrales U$S 30.000 millones anuales para lograr la plena seguridad alimentaria en el mundo y señaló que en los países más ricos, en 2006, se desperdició comida por un valor aproximado a los U$S 100.000. También advirtió que el consumo excesivo por parte de los obesos representó durante ese año una suma del orden de U$S 20.000 millones, lo que nuestra los desequilibrios que existen en el mundo en el consumo de alimentos agropecuarios.
Durante la Cumbre sobre la Seguridad Alimentaria que se realizó en Roma organizada por la FAO, insistió con que la paz mundial está en riesgo. "¿Cómo explicamos a personas con sentido común y de buena fe que no es posible encontrar U$S 30.000 millones al año que permitan a 862 millones de personas hambrientas disfrutar del más elemental de los derechos humanos, que es la alimentación, y por tanto el derecho a la vida?", se preguntó Diouf.
"Son recursos de esta magnitud -añadió- los que permitirán enterrar de forma definitiva el espectro de los conflictos por los alimentos que se anuncian inminentes en el horizonte", añadió el director general de la FAO al analizar el comportamiento alimenticio en diferentes regiones del mundo.
"La solución estructural al problema de la seguridad alimentaria en el mundo estriba en incrementar la producción y la productividad en los países de bajos ingresos y déficit alimentario", aseguró el funcionario.
Esto requiere, a su entender, de soluciones innovadoras e imaginativas que incluyan acuerdos de asociación entre países que tienen recursos financieros, capacidad de gestión y tecnología, y países que tienen tierra, agua y recursos humanos.
Agregó que la presente crisis alimentaria mundial ya tuvo trágicas consecuencias sociales y políticas en diferentes países y podría poner en peligro aún más la paz y la seguridad mundiales, provocando graves consecuencias.
"Hoy los hechos hablan por sí solos: entre 1980 y 2005, la ayuda a la agricultura cayó de U$S 8.000 millones (al valor que tenía en 2004) en 1984 a U$S 3.400 millones en 2004, con una disminución en términos reales del 58%", indicó Diouf.
"En la actualidad es importante que nos demos cuenta que hace tiempo se acabó el tiempo para discutir. Ha llegado la hora de pasar directamente a la acción", subrayó el director general de la FAO.
Luego agregó que si no se toma de forma urgente las decisiones "valientes" que requieren las circunstancias, las medidas restrictivas que tomarán los países productores para cubrir las necesidades de sus poblaciones, el impacto del cambio climático y la especulación sobre los mercados de futuros pondrán al mundo en una situación de peligro, por lo que la producción mundial de alimentos pueden cubrir esas necesidades.
Durante la Cumbre sobre la Seguridad Alimentaria que se realizó en Roma organizada por la FAO, insistió con que la paz mundial está en riesgo. "¿Cómo explicamos a personas con sentido común y de buena fe que no es posible encontrar U$S 30.000 millones al año que permitan a 862 millones de personas hambrientas disfrutar del más elemental de los derechos humanos, que es la alimentación, y por tanto el derecho a la vida?", se preguntó Diouf.
"Son recursos de esta magnitud -añadió- los que permitirán enterrar de forma definitiva el espectro de los conflictos por los alimentos que se anuncian inminentes en el horizonte", añadió el director general de la FAO al analizar el comportamiento alimenticio en diferentes regiones del mundo.
"La solución estructural al problema de la seguridad alimentaria en el mundo estriba en incrementar la producción y la productividad en los países de bajos ingresos y déficit alimentario", aseguró el funcionario.
Esto requiere, a su entender, de soluciones innovadoras e imaginativas que incluyan acuerdos de asociación entre países que tienen recursos financieros, capacidad de gestión y tecnología, y países que tienen tierra, agua y recursos humanos.
Agregó que la presente crisis alimentaria mundial ya tuvo trágicas consecuencias sociales y políticas en diferentes países y podría poner en peligro aún más la paz y la seguridad mundiales, provocando graves consecuencias.
"Hoy los hechos hablan por sí solos: entre 1980 y 2005, la ayuda a la agricultura cayó de U$S 8.000 millones (al valor que tenía en 2004) en 1984 a U$S 3.400 millones en 2004, con una disminución en términos reales del 58%", indicó Diouf.
"En la actualidad es importante que nos demos cuenta que hace tiempo se acabó el tiempo para discutir. Ha llegado la hora de pasar directamente a la acción", subrayó el director general de la FAO.
Luego agregó que si no se toma de forma urgente las decisiones "valientes" que requieren las circunstancias, las medidas restrictivas que tomarán los países productores para cubrir las necesidades de sus poblaciones, el impacto del cambio climático y la especulación sobre los mercados de futuros pondrán al mundo en una situación de peligro, por lo que la producción mundial de alimentos pueden cubrir esas necesidades.
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