28 Mayo 2008
COMO EN CORDOBA. Los presidentes aprovecharán para fijar posiciones. TELAM
Dos cuestiones motivarán los debates entre los presidentes en la Cumbre del Mercosur, entre el 30 de junio y el 1 de julio, en Tucumán. Uno es acordado en las instancias institucionales técnicas, que giran en torno de cuestiones propias del Mercosur: la aprobación de convenios comerciales o el tratamiento arancelario de productos, por ejemplo. Esa agenda, que responde a una temática planificada, aún no fue acordada y, según adelantó el secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán, José Vitar, está siendo discutida en el Consejo del Mercado Común del Bloque.
Otro aspecto de la agenda no es formal y depende de cuestiones coyunturales. Se cuela, por lo general, en los discursos de los presidentes. "Como se trata de hombres políticos, de jefes de Estado, hay una agenda no oficial, tácita, que tiene que ver con temas que afecten, al momento de la cumbre, a la región. Por eso, en esta reunión no estará ausente el intento de fractura en Bolivia o el tema del conflicto entre Colombia y Ecuador", admitió Vitar. En otras palabras -señaló-, al margen de los temas institucionales que repercuten dentro del bloque, se impone el debate de los acontecimientos que impactan en la región.
Cuestiones marginadas
LA GACETA le consultó al funcionario si el conflicto que mantiene el Gobierno nacional con sectores del agro podría irrumpir en la cumbre de Tucumán, en caso de prolongarse en el tiempo sin soluciones. "No creo; son temas internos de nuestro país y, en ese sentido, los presidentes suelen ser muy cuidadosos. Es como una norma que esos temas no se abordan", explicó. No obstante, admitió que, en caso de que el hecho cobre una envergadura que amenace la gobernabilidad, de seguro los mandatarios se posicionarían en favor del Gobierno nacional. "Nada justifica la desestabilización de un gobierno democrático e institucional", dijo.
Otro aspecto de la agenda no es formal y depende de cuestiones coyunturales. Se cuela, por lo general, en los discursos de los presidentes. "Como se trata de hombres políticos, de jefes de Estado, hay una agenda no oficial, tácita, que tiene que ver con temas que afecten, al momento de la cumbre, a la región. Por eso, en esta reunión no estará ausente el intento de fractura en Bolivia o el tema del conflicto entre Colombia y Ecuador", admitió Vitar. En otras palabras -señaló-, al margen de los temas institucionales que repercuten dentro del bloque, se impone el debate de los acontecimientos que impactan en la región.
Cuestiones marginadas
LA GACETA le consultó al funcionario si el conflicto que mantiene el Gobierno nacional con sectores del agro podría irrumpir en la cumbre de Tucumán, en caso de prolongarse en el tiempo sin soluciones. "No creo; son temas internos de nuestro país y, en ese sentido, los presidentes suelen ser muy cuidadosos. Es como una norma que esos temas no se abordan", explicó. No obstante, admitió que, en caso de que el hecho cobre una envergadura que amenace la gobernabilidad, de seguro los mandatarios se posicionarían en favor del Gobierno nacional. "Nada justifica la desestabilización de un gobierno democrático e institucional", dijo.