27 Mayo 2008
NO FALLARON. El Gauchito Gil y la Virgen del Valle acompañaron cada partido desde el banco de suplentes.LA GACETA
Creer o reventar, esa es la cuestión. Porque las cábalas son como las brujas. Muchos dicen que no existen, pero que las hay, las hay... Así como los fracasos sacan los trapitos al sol, este éxito que significa volver a Primera permite conocer la intimidad del "santo" contada por sus propios integrantes. Si bien podría empezar la esposa de Juan Monge, mejor que lo cuente el gran capitán. "Siempre uso un calzoncillo azul. Lo tengo desde que empezó el torneo y lo uso cada partido", dijo el "Patrón" que justo en el debut contra Unión fue el héroe del triunfo. Y no cambió en las buenas ni en las malas, como los goles en contra.
Antes de cada cotejo, la mayoría entra a la cancha para ponerse en clima. ¿Lo vieron alguna vez a Diego Romano? "No hago el reconocimiento del campo de juego ni saludo. En Chacarita tengo muchos amigos, pero ni hola. Recién después del partido. Ellos conocen cómo pienso", contó "Chiqui", que también tiene como costumbre ir con Germán Noce y familias a almorzar a Mac Donald?s.
Otros casos conjugan lo religioso. Contra Patria y en Mendoza, Jorge Serrano ya había besado una estampita muy especial. "Llevo una imagen de la Virgen del Valle debajo de la canillera derecha. Además, me afeito antes de los partidos", comentó "Chopi", un fiel creyente como Germán Caffa, Esteban Gil y el juvenil Hernán de Camilo, que también se venda primero el tobillo izquierdo.
"Prefiero rezar y pedirle a Dios y a la Virgen para que a mis compañeros y a mí nos salgan bien las cosas", sostuvo el arquero. "No tengo cábalas. Soy muy creyente y es El quien decide todo", afirmó el volante jujeño, sin parentesco con el Gauchito, cuya imagen acompaña al banco de suplentes. Hace poco, en la cancha de Instituto, un pelotazo rompió la imagen y una astilla lastimó a Luciano Krikorian. "Ay, este Gauchito Gil", renegó.
La cábala de Miguel Nievas Escobar es más íntima. "Juego con una remera con la imagen de mi viejo, Pascual, que fallecio y desde arriba me ayuda", cerró el "Colo", que cree en la manito dorada.
Antes de cada cotejo, la mayoría entra a la cancha para ponerse en clima. ¿Lo vieron alguna vez a Diego Romano? "No hago el reconocimiento del campo de juego ni saludo. En Chacarita tengo muchos amigos, pero ni hola. Recién después del partido. Ellos conocen cómo pienso", contó "Chiqui", que también tiene como costumbre ir con Germán Noce y familias a almorzar a Mac Donald?s.
Otros casos conjugan lo religioso. Contra Patria y en Mendoza, Jorge Serrano ya había besado una estampita muy especial. "Llevo una imagen de la Virgen del Valle debajo de la canillera derecha. Además, me afeito antes de los partidos", comentó "Chopi", un fiel creyente como Germán Caffa, Esteban Gil y el juvenil Hernán de Camilo, que también se venda primero el tobillo izquierdo.
"Prefiero rezar y pedirle a Dios y a la Virgen para que a mis compañeros y a mí nos salgan bien las cosas", sostuvo el arquero. "No tengo cábalas. Soy muy creyente y es El quien decide todo", afirmó el volante jujeño, sin parentesco con el Gauchito, cuya imagen acompaña al banco de suplentes. Hace poco, en la cancha de Instituto, un pelotazo rompió la imagen y una astilla lastimó a Luciano Krikorian. "Ay, este Gauchito Gil", renegó.
La cábala de Miguel Nievas Escobar es más íntima. "Juego con una remera con la imagen de mi viejo, Pascual, que fallecio y desde arriba me ayuda", cerró el "Colo", que cree en la manito dorada.
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