27 Mayo 2008
IDEOLOGO. Alfonso Cano (de barba), habla con el ex presidente Pastrana, durante el diálogo de paz en 2001. AFP
BOGOTA.- El gobierno colombiano le aseguró hoy al nuevo máximo jefe de las FARC, “Alfonso Cano”, que es un momento para concretar acuerdos de paz entre las partes o de lo contrario la fuerza pública lo combatirá. “Si él (Cano) quiere, está abierta la puerta de la paz, de la negociación; pero si decide adoptar la actitud de ‘Manuel Marulanda”, de mantenerse en la guerra y en la criminalidad, las Fuerzas Armadas están listas para reducirlo”, dijo ayer el ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín.
Según analistas, Cano, un antropólogo de 59 años, podría dar un giro a una guerrilla que hasta ahora privilegió en su línea de mando a los campesinos y a dirigentes de la línea fundadora. Cano es un hombre más obsesionado con la política que con la guerra, señaló Camilo Gómez, consejero de paz del gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) durante un fallido diálogo de tres años con la guerrilla. “Es de una línea más política, lo que no necesariamente facilita las cosas porque puede ser más doctrinario”, advirtió.
El politólogo Pedro Medellín afirmó que los rebeldes designaron a Cano como jefe máximo buscando una línea más conciliadora con el gobierno de Alvaro Uribe. Las FARC plantean la liberación de poco más de 40 rehenes -entre ellos la ex candidata presidencial franco-colombiana Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varios políticos, militares y policías- en canje por al menos 500 guerrilleros que están presos en Colombia y en Estados Unidos. La última negociación de paz fue durante la administración de Pastrana (1998-2002).
Responso por “Tirofijo”
Rodrigo Londoño, “Timochenco”, del secretariado (cúpula) de las FARC, confirmó el domingo que Marulanda murió el 26 de marzo debido a un paro cardíaco. Acostumbrados a la violencia del más prolongado conflicto armado en América Latina, los colombianos despertaron ayer expresando sentimientos encontrados sobre la muerte del fundador y máximo líder de la guerrilla más antigua de América. “Vine a rezar un padrenuestro por él. Todos decían que era tan malo, pero creo que no hay nadie que no pueda recibir el perdón de Dios”, dijo al salir de una iglesia de Bogotá Hermenegilda Fómeque. Ella vive en una casa que levantó con sus hijos en “La Pola”, un barrio construido por invasiones de terrenos promovidas hace medio siglo por dirigentes comunistas. Muchos colombianos se condolieron por la muerte de Marulanda. “No sé si estaba equivocado, pero las FARC por lo menos se preocupaban por los pobres, no como el gobierno, que sólo se ocupa de los ricos”, dijo Marta, una empleada de 30 años.
La presencia de “Tirofijo”, apodo que le dieron los militares por su legendaria puntería, ha sido una constante en el imaginario de los colombianos especialmente en los últimos 44 años, tras la fundación de las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En decenas de ocasiones a lo largo de cuatro décadas, los partes militares e informes periodísticos dieron cuenta de las supuestas muertes perpetradas por el guerrillero, creando una imagen fantástica en torno suyo. (Reuter-AFP-NA)
Según analistas, Cano, un antropólogo de 59 años, podría dar un giro a una guerrilla que hasta ahora privilegió en su línea de mando a los campesinos y a dirigentes de la línea fundadora. Cano es un hombre más obsesionado con la política que con la guerra, señaló Camilo Gómez, consejero de paz del gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) durante un fallido diálogo de tres años con la guerrilla. “Es de una línea más política, lo que no necesariamente facilita las cosas porque puede ser más doctrinario”, advirtió.
El politólogo Pedro Medellín afirmó que los rebeldes designaron a Cano como jefe máximo buscando una línea más conciliadora con el gobierno de Alvaro Uribe. Las FARC plantean la liberación de poco más de 40 rehenes -entre ellos la ex candidata presidencial franco-colombiana Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varios políticos, militares y policías- en canje por al menos 500 guerrilleros que están presos en Colombia y en Estados Unidos. La última negociación de paz fue durante la administración de Pastrana (1998-2002).
Responso por “Tirofijo”
Rodrigo Londoño, “Timochenco”, del secretariado (cúpula) de las FARC, confirmó el domingo que Marulanda murió el 26 de marzo debido a un paro cardíaco. Acostumbrados a la violencia del más prolongado conflicto armado en América Latina, los colombianos despertaron ayer expresando sentimientos encontrados sobre la muerte del fundador y máximo líder de la guerrilla más antigua de América. “Vine a rezar un padrenuestro por él. Todos decían que era tan malo, pero creo que no hay nadie que no pueda recibir el perdón de Dios”, dijo al salir de una iglesia de Bogotá Hermenegilda Fómeque. Ella vive en una casa que levantó con sus hijos en “La Pola”, un barrio construido por invasiones de terrenos promovidas hace medio siglo por dirigentes comunistas. Muchos colombianos se condolieron por la muerte de Marulanda. “No sé si estaba equivocado, pero las FARC por lo menos se preocupaban por los pobres, no como el gobierno, que sólo se ocupa de los ricos”, dijo Marta, una empleada de 30 años.
La presencia de “Tirofijo”, apodo que le dieron los militares por su legendaria puntería, ha sido una constante en el imaginario de los colombianos especialmente en los últimos 44 años, tras la fundación de las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En decenas de ocasiones a lo largo de cuatro décadas, los partes militares e informes periodísticos dieron cuenta de las supuestas muertes perpetradas por el guerrillero, creando una imagen fantástica en torno suyo. (Reuter-AFP-NA)
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