Una menor de 16 años acribilló a su abuelo

Una menor de 16 años acribilló a su abuelo

La adolescente, según la hipótesis que manejan los investigadores, podría haber sido abusada por la víctima que tenía 60 años. El hombre, que falleció en el acto, era policía retirado.

FUERTE CUSTODIA. Personal de la División Patrulla Motorizada controló que ningún extraña se aproximara al lugar donde ocurrió el crimen. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO FUERTE CUSTODIA. Personal de la División Patrulla Motorizada controló que ningún extraña se aproximara al lugar donde ocurrió el crimen. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
25 Mayo 2008
Las humillaciones que habría sufrido durante años la habrían llevado a una crisis emocional. Al parecer, vio que su abuela corría peligro de ser agredida por el hombre que, supuestamente, abusaba de ella. La adolescente ingresó en la pieza, extrajo una pistola nueve milímetros que su abuelo tenía escondida bajo la almohada y comenzó a dispararle cuando este se encontraba a la puerta del baño, semidesnudo. La víctima intentó huir, pero la menor de 16 años terminó de ultimarlo en el comedor de la humilde vivienda, en un barrio del sur de la ciudad. En total, según confirmaron fuentes judiciales y policiales, gatilló hasta que acabó con el cargador de 17 proyectiles.
Al llegar al lugar, la Policía se encontró con una trágica escena. El hombre, un policía retirado de 60 años, estaba tendido en medio de un charco de sangre, recibiendo ayuda de su esposa y de su hija. En otro sector de la habitación, aterrada, se encontraba la adolescente acompañada por su hermano, también menor de edad. (N de la R: los nombres de todos los protagonistas de estos hechos no pueden ser divulgados por cuestiones legales). Todos lloraban y no sabían explicar por qué la adolescente había reaccionado así. Una comisión policial, al mando de los comisarios Jaime Ledesma y Heberto Cortez, por orden del fiscal Carlos Sale y del juez de Menores Raúl Ruiz, la trasladaron al Instituto Goretti y secuestraron el arma que habría sido utilizada en el crimen.

Revelaciones
"Para nosotros siempre fue una familia normal. No había nada extraño. Anoche, ni ningún otro día, escuchamos discusiones o peleas", expresó M. G. que vive a metros del lugar donde se desencadenó la tragedia.
Con el correr de las horas, personal de la División Homicidios y Delitos Complejos, al mando de los comisarios Hugo Cabezas, Miguel Gómez, Raúl Ferreira y René Aguirre, fueron descubriendo que la violencia familiar que se vivía en ese hogar fue lo que provocó el brutal homicidio.
Los investigadores, por los testimonios que recibieron en el lugar de los hechos, sospechan que la víctima habría sido un hombre violento que castigaba física y psicológicamente a toda su familia. De acuerdo con la versión oficial, a su hija y a sus nietos los habría amenazado con dejarlos en la calle si es que contaban lo que ocurría puertas adentro.
Los pesquisas estiman que la menor, al ver que el sargento intentó golpear a su abuela, sufrió un shock emocional y tomó la drástica decisión. Ese fue el desencadenante, pero la causa habría sido los permanentes ataques físicos y sexuales que habría sufrido la adolescente en los últimos tiempos. Ninguno de estos malos tratos fueron denunciados, según confirmaron fuentes policiales y judiciales.
Los investigadores descubrieron además que la menor no sólo sabía dónde guardaba la pistola su abuelo sino que además sabía usarla.
La víctima, un amante de la caza, no sólo le habría enseñado a manejar armas, sino que además la habría llevado al campo a practicar su deporte preferido en varias oportunidades.
Hasta el cierre de esta edición, el fiscal que dirige la investigación no había recibido el informe de la autopsia con la que se determinará cuántos disparos recibió el policía retirado. "Fueron múltiples. Hay heridas en varias partes del cuerpo, pero no pudimos precisar si eran orificios de entrada o de salida. Sí sabemos que utilizó las 17 balas que había en el cargador", aseguró una fuente policial.
Sale, de acuerdo con la información judicial, ordenó al personal de la División Homicidios que interrogara a la esposa y a la hija de la víctima para determinar cómo era la relación entre abuelo y nieta. Luego, a las mismas personas y a otros testigos se los interrogará en Tribunales. Su intención es confirmar la hipótesis de que la adolescente reaccionó así a causa de las humillaciones que venía sufriendo.

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