Adaptarse a los cambios permite conservar el puesto

Adaptarse a los cambios permite conservar el puesto

Las empresas buscan más a jóvenes que a adultos porque se acomodan según las demandas. Después de los 50 años muchos quedan fuera del sistema laboral.

25 Mayo 2008
Aunque existe la creencia extendida de que a una determinada edad las personas deben jubilarse, los especialistas explican que esa idea no condice con la realidad y explican en qué casos las empresas proponen retiros voluntarios y por qué no buscan empleados mayores de 45 años.
Esta modalidad de buscar gente joven para reemplazar a los mayores se inició en los 90 con los comienzos de la convertibilidad y el famoso 1 a 1, según Alejandro Martí, consultor. "El retiro de gente de mayor edad con la tentación de cierta cantidad de dinero por la indemnización recibida y/o los achicamientos o cierre de empresas por los comienzos de la crisis de 2001, generó la aparición de una gran cantidad de ?cuentapropistas? que después de probar distintos negocios y actividades terminaron sin negocios y sin capital, porque muchos de ellos no estaban preparados para serlo", describió.
La moda de tomar profesionales jóvenes para reemplazar a los mayores se vio como un buen negocio. Reemplazar gente cara por otra mucho más barata, se convirtió en la tendencia. "Pero después de algunos años, se entendió que la experiencia no se hace en las universidades sino en el ejercicio de las profesiones y lentamente se volvió a comprender que las empresas, para afrontar las problemáticas cotidianas, necesitaban a los ?expertos?", explicó Martí.
Como consecuencia, esta situación excluyó de la oferta laboral a una gran cantidad de personas aún aptas laboralmente y con potencial, generando severos problemas sociales.

Sin opción
A partir de los 50 años, el que no está trabajando no tiene opción de reinsertarse en el sistema laboral con relación de dependencia. "La única alternativa es que, como trabajador autónomo, encare un proyecto personal. El Estado no le brinda la información necesaria para reinsertarse; en ese sentido, está desprotegido", afirma Humberto D?Arterio, consultor especialista en Recursos Humanos.
Dejando de lado las destrezas físicas, los mayores no son convocados por las empresas, para un puesto de supervisión o gerencial por ejemplo, por diferentes motivos. "En primer lugar, suelen ser resistentes a los cambios y escépticos. Para ser competentes hay que aprender todos los días... pensar que se lo sabe todo no funciona, por más que tenga 30 años de antigüedad", remarcó D?Arterio. "En segundo lugar, probablemente la empresa espere que el candidato tenga una larga vida útil en la organización. Tomar alguien de 60 años significa que en cinco deberá buscar un reemplazante", agregó.
Sin embargo, un joven inexperto sólo será una salida viable para una empresa si en el corto plazo resulta redituable. "Si el adulto es una persona que se actualiza y se adapta a los cambios, pagar sus años de antigüedad seguirán siendo una ganancia si es mejor que un joven. Depende de cada empresa y del puesto de trabajo del que se trate, pero hay que saber que una organización no da pasos sin estar probado", aclaró D?Arterio.

Retiros voluntarios
Según la ley pueden jubilarse quienes tengan 30 años de aporte y 65 de edad, pero si un mayor quisiera seguir ejerciendo puede hacerlo. "Lo importante es que la empresa considere que es apto para ese puesto. Para ello, es fundamental que sean personas que se adapten a los cambios, que respondan a las demandas del medio y de la institución", subrayó D?Arterio.
Si la empresa invita a jubilarse a un menor de 65 años significa que ofrece condiciones para hacerlo. "No lo pueden obligar, la otra opción es despedirlo. Pero estas situaciones, generalmente, se realizan por conveniencias mutuas", destacó D?Arterio.

Comentarios