11 Mayo 2008
“Pese a que soy profesora de Matemáticas, a veces me olvido; a veces no dimensiono que la matemática está presente en todos los órdenes de la vida: el señor que está jugando al billar no sabe que está trabajando con geometría y con cálculo de probabilidades. El cajero que está atendiendo en un banco o en un bar no sabe que está resolviendo una ecuación matemática para dar un vuelto. La espiral logarítmica se encuentra en la concha que construye a medida que va creciendo el caracol nautilus o en los retorcidos cuernos de algunos animales”, ejemplifica la profesora Dora Fernández, para señalar que el mundo está regido por los números. Afirma que hay una relación muy íntima entre estos y la naturaleza. Y que, entonces, vale la pena aprender matemática.
- ¿Cómo surgió la idea de escribir un manual de matemática para ingresantes a la Universidad?
- La idea inicial fue de las coautoras del libro, Cristina Kempf de Hill y Lilian Mulki, colegas de en la cátedra de Algebra en la UNT. Siempre veíamos los tropiezos que tenían los chicos que ingresaban a la Universidad por su bajo nivel. Ellas armaron un proyecto, se lo aceptaron, y yo me incorporé a él. Comenzó como un apunte, que tuvo mucha aceptación, y que circuló durante bastante tiempo. Hasta que nos decidimos a darle formato de libro. Así nació “Matemáticas para ingresantes a la Universidad”. Fue muy lindo, porque aun cuando yo era la única profesora de la Unsta, lo editó la Facultad de Economía de esa universidad.
- Un proyecto de cooperación, en tiempos de competencia…
- Así es. Y el primero que me impulsó a este proyecto fue el profesor Raúl Alvarez.
- ¿Es cierto que se vende como pan caliente?
- No sé si es tan así, pero se vendió muy bien. Ya hicimos tres ediciones, y las fuimos actualizando, e introdujimos elementos de Trigonometría, que no sólo usan nuestros alumnos de Economía. Ya lo están utilizando en muchos colegios tucumanos como libro de texto, y eso nos ha dado muchas satisfacciones.
- ¿Qué elemento diferenciador tiene el libro, respecto de otros manuales?
- Le introdujimos teoría; no sólo tiene ejercicios. El alumno debe saber que cuando llega a la Universidad tiene que leer teoría, y saber dónde se aplica. Y hay otra cuestión: el estudiante, por lo general, no sabe leer, no sabe interpretar el enunciado que se le está presentando. Lamentablemente, los jóvenes de hoy buscan que les den todo digerido. Por supuesto que hay algunos que van a la universidad porque quieren aprender, pero la mayoría busca el título; y quiere estudiar la materia para “ya”; para aprobarla y zafar. Para la mayoría de los chicos de hoy es más importante tener que saber.
- ¿Ha cambiado el modo de enseñar matemáticas?
- No hay dudas de que la Matemática se aprende haciendo Matemática; para aprender esta disciplina no alcanza con comprender, es necesario poder hacer. El estudiante no aprende viendo al profesor o a sus compañeros poner en práctica sus conocimientos. Tenemos que lograr que trabaje. Los últimos 30 años han sido escenario de cambios muy profundos en la enseñanza de la Matemática. Los esfuerzos que se han realizado para encontrar modelos adecuados nos demuestran que, en este plano, se vive una situación de experimentación permanente en el mundo.
-Usted destaca la importancia de la historia de la Matemática como herramienta didáctica...
- Así es. Porque la Matemática, en su desarrollo, ha acumulado un enorme conjunto de hechos que permiten atestiguar que los conceptos que la sustentan, las propiedades y todas las demostraciones tienen su procedencia en una práctica vinculada a los procesos reales del mundo y a la existencia de la sociedad civilizada. El surgimiento de la geometría está indisolublemente ligado a los problemas de las crecidas de los ríos y a la construcción de las pirámides de los egipcios antiguos. La Trigonometría está unida a los trabajos de la construcción de canales para la irrigación fluvial de los pueblos de la región mesopotámica. Se puede usar la Historia en la enseñanza de la matemática de muchas formas y con muy variados propósitos: para el perfeccionamiento didáctico del profesor, como herramienta metodológica, con un rol motivador para introducir diferentes temas o áreas del conocimiento matemático. También puede emplearse, por qué no, para hacer más apreciables las componentes estéticas que abundan en matemáticas y no siempre resultan fáciles de visualizar. El número de pétalos en ciertas flores suele ser miembro de una serie. Hoy se imparten muchas estrategias para la enseñanza de las matemáticas. La idea es que los conocimientos que un alumno ha incorporado, puedan ser trasladados luego, por el mismo estudiante, a otras situaciones diferentes de aquella en la que aprendió tales saberes. Y ha habido muchos avances al respecto.
- ¿Por qué no se perciben mejoras, entonces?
- Porque estas nuevas metodologías no son aptas para clases masivas. Nosotras (profesoras de matemáticas) estamos haciendo una especialización en investigación educativa; el director de la carrera es un profesor cubano, que nos advierte que no estamos preparados para tanta masividad.
-¿Cómo se explica que haya libros de Matemática que sean best seller?
- Desde cierto punto de vista, en el nivel de la divulgación, hay un antes y un después de Adrián Paenza (periodista y matemático; autor del best seller “Matemática ¿ estás ahí”? ). Paenza dice que no hay temas aburridos o divertidos en Matemática. Que lo que tenemos son diversos puntos de vista. Advierte que es tarea del docente encontrar cómo atrapar la atención de sus alumnos. Hace una semana, yo les enseñaba matrices a los estudiantes de la Unsta. Entonces, les explicaba que todos los fines de semana, cuando ellos ven las tablas del fútbol, están utilizando matrices.
- ¿Cómo surgió la idea de escribir un manual de matemática para ingresantes a la Universidad?
- La idea inicial fue de las coautoras del libro, Cristina Kempf de Hill y Lilian Mulki, colegas de en la cátedra de Algebra en la UNT. Siempre veíamos los tropiezos que tenían los chicos que ingresaban a la Universidad por su bajo nivel. Ellas armaron un proyecto, se lo aceptaron, y yo me incorporé a él. Comenzó como un apunte, que tuvo mucha aceptación, y que circuló durante bastante tiempo. Hasta que nos decidimos a darle formato de libro. Así nació “Matemáticas para ingresantes a la Universidad”. Fue muy lindo, porque aun cuando yo era la única profesora de la Unsta, lo editó la Facultad de Economía de esa universidad.
- Un proyecto de cooperación, en tiempos de competencia…
- Así es. Y el primero que me impulsó a este proyecto fue el profesor Raúl Alvarez.
- ¿Es cierto que se vende como pan caliente?
- No sé si es tan así, pero se vendió muy bien. Ya hicimos tres ediciones, y las fuimos actualizando, e introdujimos elementos de Trigonometría, que no sólo usan nuestros alumnos de Economía. Ya lo están utilizando en muchos colegios tucumanos como libro de texto, y eso nos ha dado muchas satisfacciones.
- ¿Qué elemento diferenciador tiene el libro, respecto de otros manuales?
- Le introdujimos teoría; no sólo tiene ejercicios. El alumno debe saber que cuando llega a la Universidad tiene que leer teoría, y saber dónde se aplica. Y hay otra cuestión: el estudiante, por lo general, no sabe leer, no sabe interpretar el enunciado que se le está presentando. Lamentablemente, los jóvenes de hoy buscan que les den todo digerido. Por supuesto que hay algunos que van a la universidad porque quieren aprender, pero la mayoría busca el título; y quiere estudiar la materia para “ya”; para aprobarla y zafar. Para la mayoría de los chicos de hoy es más importante tener que saber.
- ¿Ha cambiado el modo de enseñar matemáticas?
- No hay dudas de que la Matemática se aprende haciendo Matemática; para aprender esta disciplina no alcanza con comprender, es necesario poder hacer. El estudiante no aprende viendo al profesor o a sus compañeros poner en práctica sus conocimientos. Tenemos que lograr que trabaje. Los últimos 30 años han sido escenario de cambios muy profundos en la enseñanza de la Matemática. Los esfuerzos que se han realizado para encontrar modelos adecuados nos demuestran que, en este plano, se vive una situación de experimentación permanente en el mundo.
-Usted destaca la importancia de la historia de la Matemática como herramienta didáctica...
- Así es. Porque la Matemática, en su desarrollo, ha acumulado un enorme conjunto de hechos que permiten atestiguar que los conceptos que la sustentan, las propiedades y todas las demostraciones tienen su procedencia en una práctica vinculada a los procesos reales del mundo y a la existencia de la sociedad civilizada. El surgimiento de la geometría está indisolublemente ligado a los problemas de las crecidas de los ríos y a la construcción de las pirámides de los egipcios antiguos. La Trigonometría está unida a los trabajos de la construcción de canales para la irrigación fluvial de los pueblos de la región mesopotámica. Se puede usar la Historia en la enseñanza de la matemática de muchas formas y con muy variados propósitos: para el perfeccionamiento didáctico del profesor, como herramienta metodológica, con un rol motivador para introducir diferentes temas o áreas del conocimiento matemático. También puede emplearse, por qué no, para hacer más apreciables las componentes estéticas que abundan en matemáticas y no siempre resultan fáciles de visualizar. El número de pétalos en ciertas flores suele ser miembro de una serie. Hoy se imparten muchas estrategias para la enseñanza de las matemáticas. La idea es que los conocimientos que un alumno ha incorporado, puedan ser trasladados luego, por el mismo estudiante, a otras situaciones diferentes de aquella en la que aprendió tales saberes. Y ha habido muchos avances al respecto.
- ¿Por qué no se perciben mejoras, entonces?
- Porque estas nuevas metodologías no son aptas para clases masivas. Nosotras (profesoras de matemáticas) estamos haciendo una especialización en investigación educativa; el director de la carrera es un profesor cubano, que nos advierte que no estamos preparados para tanta masividad.
-¿Cómo se explica que haya libros de Matemática que sean best seller?
- Desde cierto punto de vista, en el nivel de la divulgación, hay un antes y un después de Adrián Paenza (periodista y matemático; autor del best seller “Matemática ¿ estás ahí”? ). Paenza dice que no hay temas aburridos o divertidos en Matemática. Que lo que tenemos son diversos puntos de vista. Advierte que es tarea del docente encontrar cómo atrapar la atención de sus alumnos. Hace una semana, yo les enseñaba matrices a los estudiantes de la Unsta. Entonces, les explicaba que todos los fines de semana, cuando ellos ven las tablas del fútbol, están utilizando matrices.
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