05 Mayo 2008
NUEVA YORK.- El soporte físico de las películas corre serio peligro tras el anuncio hecho por Apple hace unos días. El gigante informático y 11 grandes estudios sellaron un pacto para que las películas salgan a la venta al mismo tiempo en DVD y en el servicio de venta de contenidos culturales de Apple, iTunes. Las derivaciones de algo así son enormes. Están en juego el futuro del negocio del cine, cómo se consumirán las películas (y por tanto la supervivencia de las salas) y también la existencia de los videoclubes.
El cine sigue de esta manera el inexorable signo de los tiempos y una senda que ya tomó la música hace tiempo. En enero, iTunes se convirtió en el principal proveedor de música de Estados Unidos, al superar en un 5% las ventas de música de los supermercados Wal-Mart, líderes indiscutibles hasta entonces.
Sin embargo, es en esos megacomercios donde aún se sigue vendiendo el mayor número de DVD. Un reinado, el de Wal-Mart, al que el pacto mencionado afectará, sin duda.
La industria del cine entró tarde en la era digital. Hace cinco años que iTunes vende música online y su catálogo de canciones supera los seis millones. En ese tiempo se han vendido 6.000 millones de temas, convirtiendo iTunes en la estrella de la venta de música digital. Sin embargo, no fue hasta finales del año 2006 cuando Apple comenzó a ofrecer películas -principalmente de Disney (en el que Steve Jobs (foto) presidente de Apple, es accionista principal), ya que los otros estudios temían darle demasiado poder a iTunes-. Muchos de los grandes estudios de Hollywood son parte de los mismos conglomerados mediáticos a los que pertenecen las grandes discográficas, que sufren el acoso y derribo de la música digital. En ese sector hace tiempo que se doblegaron a los dictados de iTunes.
Hasta ahora, el cine quedaba a salvo. Entraron muy poco a poco en el juego prestando títulos antiguos y a cuentagotas. Por eso, el catálogo de cine de iTunes, comparado con el musical, es irrisorio. Hoy, Apple ofrece casi 1.500 títulos online para comprar o alquilar, mientras que tiendas como Amazon.com tienen más de 11.000 filmes (algunos ya ofertaban los nuevos títulos online el mismo día de su salida a la venta) y videoclubs online como Netflix cuentan con más de 8.000 títulos.
Sin embargo, según dijo Steve Jobs en enero, su empresa ha vendido más de 125 millones de programas de televisión online y siete millones de películas, "más que el resto de nuestros competidores combinados aunque no hemos alcanzado nuestras expectativas". Según la consultora Adams Media, el mercado total de venta de películas online sólo generó 60 millones de euros el pasado año, mientras que el de alquiler virtual ni siquiera rozó los 15,5 millones de euros, una cifra muy enclenque si se compara con los 15.241 millones que produjo la totalidad del negocio de la industria cinematográfica.
Hollywood ha optado por Apple. "La industria del cine ya no teme a iTunes", aseguró en "Los Angeles Times" el analista James McQuivey. En realidad, para conseguirlo, Apple ha tenido que ceder económicamente a las presiones de los estudios, que seguirán ganando lo mismo que vendiendo un DVD físico, a costa de que iTunes apenas ingrese. A largo plazo, si consigue estimular al usuario para que compre cine online, sí podrían convertirse en el proveedor de cine del futuro. "Esto va a cambiar las reglas del juego", afirmó Craig Kornblau, presidente de Universal Studios Home Entertainment y de Universal Pictures Digital Platforms. (Especial)
El cine sigue de esta manera el inexorable signo de los tiempos y una senda que ya tomó la música hace tiempo. En enero, iTunes se convirtió en el principal proveedor de música de Estados Unidos, al superar en un 5% las ventas de música de los supermercados Wal-Mart, líderes indiscutibles hasta entonces.
Sin embargo, es en esos megacomercios donde aún se sigue vendiendo el mayor número de DVD. Un reinado, el de Wal-Mart, al que el pacto mencionado afectará, sin duda.
La industria del cine entró tarde en la era digital. Hace cinco años que iTunes vende música online y su catálogo de canciones supera los seis millones. En ese tiempo se han vendido 6.000 millones de temas, convirtiendo iTunes en la estrella de la venta de música digital. Sin embargo, no fue hasta finales del año 2006 cuando Apple comenzó a ofrecer películas -principalmente de Disney (en el que Steve Jobs (foto) presidente de Apple, es accionista principal), ya que los otros estudios temían darle demasiado poder a iTunes-. Muchos de los grandes estudios de Hollywood son parte de los mismos conglomerados mediáticos a los que pertenecen las grandes discográficas, que sufren el acoso y derribo de la música digital. En ese sector hace tiempo que se doblegaron a los dictados de iTunes.
Hasta ahora, el cine quedaba a salvo. Entraron muy poco a poco en el juego prestando títulos antiguos y a cuentagotas. Por eso, el catálogo de cine de iTunes, comparado con el musical, es irrisorio. Hoy, Apple ofrece casi 1.500 títulos online para comprar o alquilar, mientras que tiendas como Amazon.com tienen más de 11.000 filmes (algunos ya ofertaban los nuevos títulos online el mismo día de su salida a la venta) y videoclubs online como Netflix cuentan con más de 8.000 títulos.
Sin embargo, según dijo Steve Jobs en enero, su empresa ha vendido más de 125 millones de programas de televisión online y siete millones de películas, "más que el resto de nuestros competidores combinados aunque no hemos alcanzado nuestras expectativas". Según la consultora Adams Media, el mercado total de venta de películas online sólo generó 60 millones de euros el pasado año, mientras que el de alquiler virtual ni siquiera rozó los 15,5 millones de euros, una cifra muy enclenque si se compara con los 15.241 millones que produjo la totalidad del negocio de la industria cinematográfica.
Hollywood ha optado por Apple. "La industria del cine ya no teme a iTunes", aseguró en "Los Angeles Times" el analista James McQuivey. En realidad, para conseguirlo, Apple ha tenido que ceder económicamente a las presiones de los estudios, que seguirán ganando lo mismo que vendiendo un DVD físico, a costa de que iTunes apenas ingrese. A largo plazo, si consigue estimular al usuario para que compre cine online, sí podrían convertirse en el proveedor de cine del futuro. "Esto va a cambiar las reglas del juego", afirmó Craig Kornblau, presidente de Universal Studios Home Entertainment y de Universal Pictures Digital Platforms. (Especial)