04 Mayo 2008
NOCHE LARGA. Policías mujeres parten a resguardar los colegios electorales. AFP
Santa Cruz.- En las calles de Santa Cruz de la Sierra, nada presagiaba ayer una confrontación civil de magnitud. La gente continuó con sus actividades y la plaza principal estaba atiborrada de cruceños que permanecían sentados en los bancos, unos risueños, otros serios por sus preocupaciones cotidianas.
La prohibición de beber alcohol, de repartir propaganda y emitir publicidad política por televisión no es respetada, pero para nadie es un problema. "Lo importate es que todo funcione", dijo el presidente de la Corte Departamental Electoral, Mario Parada.
Ante los rumores, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, descartó que el referendo derive en enfrentamientos y en un quiebre institucional. Asimismo, dijo no tener información oficial sobre versiones surgidas en Washington, durante la conferencia de la OEA, sobre desplazamientos hacia Santa Cruz de tropas leales al presidente Evo Morales, de soldados venezolanos y de milicias aborígenes conocidas como "Los Ponchos Rojos". No obstante, deslizó que la Inteligencia venezolana puede estar operando, "al igual que lo hizo en Cochabamba y otros departamentos".
En la encrucijada
Por su parte, el presidente del Senado boliviano, el derechista Oscar Ortíz, dijo que su país debe consensuar una nueva Constitución para poder salir de la encrucijada institucional. Ortíz, que descartó que la situación derive en un quiebre institucional violento, confió que el eventual triunfo de la propuesta autonómica de Santa Cruz abra espacios para un acuerdo de largo plazo. El parlamentario, miembro de la agrupación opositora Podemos (Poder Democrático y Social), anticipó que la consulta cruceña será una fiesta democrática que finalmente unirá a Bolivia.
Dura crítica a la OEA
Entre tanto, el ex presidente boliviano, Jorge Quiroga, criticó en duros términos el apoyo que la Organización de Estados Americanos (OEA) brindó al gobierno de Evo Morales. Acusó además al mandatario venezolano, Hugo Chávez, de financiar la violencia en Bolivia aprovechando la actitud indolente que, según dijo, la OEA y su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, tienen ante la crisis. "Cuando Insulza vino a Bolivia el 28 de enero, aseguró que todo lo que había hecho el gobierno era legal, normal y pacífico", protestó. "Pero en Sucre, el gobierno había acuartelado a la Asamblea Constituyente; hubo tres muertos y centenares de heridos en enfrentamientos, pero el señor Insulza nunca fue a constatar la situación". Estos hechos precedieron a la aprobación de una nueva Constitución, sin apoyo de la oposición.
Quiroga, que fue derrotado por Morales en la elección presidencial de 2005, sostuvo que en la actual disputa están en juego la autonomía de las regiones, la soberanía nacional y la economía. Matizó que en todo caso no se trata de un desenlace terminal. "No está en juego la unidad de Bolivia; tampoco está en juego el mandato del presidente Morales", enfatizó. (Reuter)
La prohibición de beber alcohol, de repartir propaganda y emitir publicidad política por televisión no es respetada, pero para nadie es un problema. "Lo importate es que todo funcione", dijo el presidente de la Corte Departamental Electoral, Mario Parada.
Ante los rumores, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, descartó que el referendo derive en enfrentamientos y en un quiebre institucional. Asimismo, dijo no tener información oficial sobre versiones surgidas en Washington, durante la conferencia de la OEA, sobre desplazamientos hacia Santa Cruz de tropas leales al presidente Evo Morales, de soldados venezolanos y de milicias aborígenes conocidas como "Los Ponchos Rojos". No obstante, deslizó que la Inteligencia venezolana puede estar operando, "al igual que lo hizo en Cochabamba y otros departamentos".
En la encrucijada
Por su parte, el presidente del Senado boliviano, el derechista Oscar Ortíz, dijo que su país debe consensuar una nueva Constitución para poder salir de la encrucijada institucional. Ortíz, que descartó que la situación derive en un quiebre institucional violento, confió que el eventual triunfo de la propuesta autonómica de Santa Cruz abra espacios para un acuerdo de largo plazo. El parlamentario, miembro de la agrupación opositora Podemos (Poder Democrático y Social), anticipó que la consulta cruceña será una fiesta democrática que finalmente unirá a Bolivia.
Dura crítica a la OEA
Entre tanto, el ex presidente boliviano, Jorge Quiroga, criticó en duros términos el apoyo que la Organización de Estados Americanos (OEA) brindó al gobierno de Evo Morales. Acusó además al mandatario venezolano, Hugo Chávez, de financiar la violencia en Bolivia aprovechando la actitud indolente que, según dijo, la OEA y su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, tienen ante la crisis. "Cuando Insulza vino a Bolivia el 28 de enero, aseguró que todo lo que había hecho el gobierno era legal, normal y pacífico", protestó. "Pero en Sucre, el gobierno había acuartelado a la Asamblea Constituyente; hubo tres muertos y centenares de heridos en enfrentamientos, pero el señor Insulza nunca fue a constatar la situación". Estos hechos precedieron a la aprobación de una nueva Constitución, sin apoyo de la oposición.
Quiroga, que fue derrotado por Morales en la elección presidencial de 2005, sostuvo que en la actual disputa están en juego la autonomía de las regiones, la soberanía nacional y la economía. Matizó que en todo caso no se trata de un desenlace terminal. "No está en juego la unidad de Bolivia; tampoco está en juego el mandato del presidente Morales", enfatizó. (Reuter)
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