Se gana la vida ayudando a choferes ebrios

Un joven que hace pasar autos en controles de alcoholemia contó anécdotas de su "oficio".

28 Abril 2008
La necesidad de evadir las normas también crea nuevos oficios. Es el caso de los "pasadores de autos", que aparecieron en la provincia cuando comenzaron a aplicarse controles de alcoholemia los fines de semana.
Aparecen unos metros antes de los operativos y se ofrecen a pasar por las pruebas de alcoholemia. Cobran $ 15. "Algunos conductores que están en mal estado nos piden que los llevemos a sus casas", contó Mauricio, un joven desocupado que se dedica a hacer zafar del control a los que manejan ebrios. El muchacho relató que una vez hasta le tocó pasar a un oficial que regresaba de una fiesta en la que se había excedido en la bebida. "Se escondió en el asiento trasero porque tenía vergüenza", detalló. Contó que para que la Policía no los descubra, van rotando en diferentes sitios donde hay operativos y que alterna este trabajo con el de empujar vehículos en los días de lluvia, cuando se inundan las avenidas. En Buenos Aires, ya hay empresas que se dedican a rescatar choferes ebrios.
La falta de tiempo, la tecnología y los afectos también van abriendo camino a otros rubros que, aunque suenan insólitos, son cada vez más necesarios, como los asesores de compras, los que tunean celulares al gusto de su dueño y los que cobran por contar cuentos.