26 Abril 2008
APLAUSOS PARA EL NUEVO MINISTRO. La Presidenta tomó juramento a Carlos Fernández, acompañada por el vicepresidente y por el jefe de Gabinete. FOTO DYN
BUENOS AIRES.- El designado ministro de Economía, Carlos Fernández, prometió trabajar con todo, al volver a transitar los pasillos de un ministerio que comenzó a recorrer en la década pasada, durante el gobierno de Carlos Menem. "A mí me preocupa la economía, voy a hacer todo lo que pueda para este país que quiero mucho", sostuvo el flamante jefe del Palacio de Hacienda.
El funcionario, que calificó a Martín Lousteau como una excelente persona y técnico, dijo: "soy un tipo responsable, que la gente y el campo se queden tranquilos, haré todo lo que esté a mi alcance".
"Anoche me citó la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y me informó sobre el nombramiento; yo acepté, para mi es un orgullo", dijo Fernández abordado por la prensa en la puerta de domicilio, en la localidad bonaerense de Bernal.
La sólida relación con Kirchner motivó su designación como ministro de Economía bonaerense en 2007, en reemplazo de Gerardo Otero, designación que según se especuló en esos días le servía al ex presidente para controlar las cuentas bonaerenses. Esa relación se profundizó en 2006, cuando fue secretario interino de Hacienda, en reemplazo de Carlos Mosse, cuando comenzó a suplir a ese funcionario en la diaria tarea de informar al presidente sobre el estado de las finanzas públicas, El nuevo ministro, de 54 años, está casado, tiene tres hijos, es hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata y se recibió de economista en 1979 en la Universidad Nacional de La Plata. Es un reconocido experto en temas presupuestarios y está especializado en finanzas públicas y en administración tributaria y financiera. En sus primeras declaraciones antes de volver al Palacio de Hacienda, para reunirse brevemente con el ex ministro Lousteau, afirmó su orgullo por participar de este Gobierno, con lo que ratificó el rumbo de la actual política económica.
La Presidenta tomó juramento a Fernández en un breve acto realizado en un repleto Salón Blanco de la Casa Rosada, donde sobresalieron entre los invitados los principales referentes de las entidades agropecuarias, con quienes se espera que el nuevo ministro se reúna la semana próxima. Estuvieron Luciano Miguens (Sociedad Rural), Mario Llambías (CRA) y el director de la Federación Agraria, Silvio Corti.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ratificó el rumbo económico del Gobierno con el cambio en el Palacio de Hacienda de Carlos Fernández, a quien elogió al considerarlo un hombre consustanciado con las lógicas económicas del Poder Ejecutivo. De esta forma, quedó claro, como enfatizó el ex presidente Néstor Kirchner, que el Gobierno no enfriará la economía para frenar la inflación y seguirá apostando a sostener el crecimiento, que ya ingresa en su sexto año consecutivo. El jefe de ministros aseguró que no hay que esperar que nada cambie con esta incorporación, y agregó: "nosotros creemos claramente en este esfuerzo económico que supone el esfuerzo del superávit fiscal, del superávit comercial y de la acumulación de reservas. El Gobierno fundamentó su politica económica en una serie de principios de acumular reservas, garantizar el superávit fiscal y comercial, tener una moneda competitiva a través de un dólar gerenciado, y ninguno de estos pilares se verá alterado". (DyN-NA)
El funcionario, que calificó a Martín Lousteau como una excelente persona y técnico, dijo: "soy un tipo responsable, que la gente y el campo se queden tranquilos, haré todo lo que esté a mi alcance".
"Anoche me citó la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y me informó sobre el nombramiento; yo acepté, para mi es un orgullo", dijo Fernández abordado por la prensa en la puerta de domicilio, en la localidad bonaerense de Bernal.
La sólida relación con Kirchner motivó su designación como ministro de Economía bonaerense en 2007, en reemplazo de Gerardo Otero, designación que según se especuló en esos días le servía al ex presidente para controlar las cuentas bonaerenses. Esa relación se profundizó en 2006, cuando fue secretario interino de Hacienda, en reemplazo de Carlos Mosse, cuando comenzó a suplir a ese funcionario en la diaria tarea de informar al presidente sobre el estado de las finanzas públicas, El nuevo ministro, de 54 años, está casado, tiene tres hijos, es hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata y se recibió de economista en 1979 en la Universidad Nacional de La Plata. Es un reconocido experto en temas presupuestarios y está especializado en finanzas públicas y en administración tributaria y financiera. En sus primeras declaraciones antes de volver al Palacio de Hacienda, para reunirse brevemente con el ex ministro Lousteau, afirmó su orgullo por participar de este Gobierno, con lo que ratificó el rumbo de la actual política económica.
La Presidenta tomó juramento a Fernández en un breve acto realizado en un repleto Salón Blanco de la Casa Rosada, donde sobresalieron entre los invitados los principales referentes de las entidades agropecuarias, con quienes se espera que el nuevo ministro se reúna la semana próxima. Estuvieron Luciano Miguens (Sociedad Rural), Mario Llambías (CRA) y el director de la Federación Agraria, Silvio Corti.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ratificó el rumbo económico del Gobierno con el cambio en el Palacio de Hacienda de Carlos Fernández, a quien elogió al considerarlo un hombre consustanciado con las lógicas económicas del Poder Ejecutivo. De esta forma, quedó claro, como enfatizó el ex presidente Néstor Kirchner, que el Gobierno no enfriará la economía para frenar la inflación y seguirá apostando a sostener el crecimiento, que ya ingresa en su sexto año consecutivo. El jefe de ministros aseguró que no hay que esperar que nada cambie con esta incorporación, y agregó: "nosotros creemos claramente en este esfuerzo económico que supone el esfuerzo del superávit fiscal, del superávit comercial y de la acumulación de reservas. El Gobierno fundamentó su politica económica en una serie de principios de acumular reservas, garantizar el superávit fiscal y comercial, tener una moneda competitiva a través de un dólar gerenciado, y ninguno de estos pilares se verá alterado". (DyN-NA)
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