25 Abril 2008
BUENA CAUSA. De Carli pretendía juntar dinero para ayudar a conductores. REUTERS
PARANAGUA, Brasil.- La Fuerza Aérea de Brasil decidió suspender la búsqueda del cura que se elevó al cielo sujetado por 1.000 globos de fiesta y desapareció el domingo.
Un vocero del Ministerio de Defensa dijo desconocer las razones que llevaron a abandonar la pesquisa. "En los últimos días, sobrevolaron cerca de 5.000 kilómetros cuadrados sobre mar y tierra, y no encontraron ni una pista", justificó.
La decisión de la Fuerza Aérea obligó a la familia del sacerdote Adelir Antonio de Carli a contratar aviones privados que continúen la búsqueda.
La nave bimotor que pagó el entorno del brasileño será guiada a una pequeña población del estado de Santa Catarina, Barra Velha, donde -según la premonición que experimentaron algunos feligreses que seguían a De Carli- estaría el cura desaparecido.
Las personas que conocían al religioso creen que, si logró descender a tierra y no está herido, tiene muchas probabilidades de estar vivo, porque ha tomado varios cursos de supervivencia en la jungla y su condición física es excelente. "Si está en el océano, no hay muchas posibilidades de encontrarlo vivo", reconocieron.
De Carli partió en su poco usual medio de vuelo en la mañana del domingo desde la sureña ciudad de Paranaguá, en el estado de Paraná, y a la noche mantuvo su último contacto con tierra mediante un celular.
El cura fue desviado mar adentro en el océano Atlántico por un cambio de vientos y el martes la Marina localizó una parte de los coloridos globos de fiesta frente a Porto Belo, en el estado de Santa Catarina, unos 150 kilómetros al sur.
El hombre, de 42 años, pretendía batir un récord de permanencia en el aire para recaudar fondos para la Pastoral de Carreteras que, fundamentalmente asiste a camioneros. (Reuters-Especial)
Un vocero del Ministerio de Defensa dijo desconocer las razones que llevaron a abandonar la pesquisa. "En los últimos días, sobrevolaron cerca de 5.000 kilómetros cuadrados sobre mar y tierra, y no encontraron ni una pista", justificó.
La decisión de la Fuerza Aérea obligó a la familia del sacerdote Adelir Antonio de Carli a contratar aviones privados que continúen la búsqueda.
La nave bimotor que pagó el entorno del brasileño será guiada a una pequeña población del estado de Santa Catarina, Barra Velha, donde -según la premonición que experimentaron algunos feligreses que seguían a De Carli- estaría el cura desaparecido.
Las personas que conocían al religioso creen que, si logró descender a tierra y no está herido, tiene muchas probabilidades de estar vivo, porque ha tomado varios cursos de supervivencia en la jungla y su condición física es excelente. "Si está en el océano, no hay muchas posibilidades de encontrarlo vivo", reconocieron.
De Carli partió en su poco usual medio de vuelo en la mañana del domingo desde la sureña ciudad de Paranaguá, en el estado de Paraná, y a la noche mantuvo su último contacto con tierra mediante un celular.
El cura fue desviado mar adentro en el océano Atlántico por un cambio de vientos y el martes la Marina localizó una parte de los coloridos globos de fiesta frente a Porto Belo, en el estado de Santa Catarina, unos 150 kilómetros al sur.
El hombre, de 42 años, pretendía batir un récord de permanencia en el aire para recaudar fondos para la Pastoral de Carreteras que, fundamentalmente asiste a camioneros. (Reuters-Especial)
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