21 Abril 2008
Una mujer oriunda de Tafí Viejo, madre de cinco hijos y a punto de ser desalojada por no pagar una deuda, puso a la venta un riñón y un pulmón para poder comprarse una casa.
Se trata de Blanca Mercedes Jiménez, quien se enteró de la situación que atraviesa el cantante Sandro (se encuentra en la lista de espera del Incucai para recibir un trasplante cardiopulmonar), y señaló que está dispuesta a que él sea el comprador.
"Vendo un riñón o un pulmón para comprarme una vivienda", publicó en un aviso clasificado Jiménez, quien vive en Las Talitas.
Desesperada, Blanca tomó la decisión de ofrecer sus órganos a cambio de una suma de dinero que le permita evitar el desalojo de la vivienda que alquila, junto con su marido y sus cinco hijos, por atrasos en el pago.
"Pedí ayuda a las autoridades porque nos estamos por quedar en la calle, y nadie nos quiso dar solución. Así que me decidí por esto, no me queda otra posibilidad", explicó a la agencia Noticias Argentinas.
Jiménez fue despedida hace más de un mes y, según dijo, con el sueldo de su esposo no le alcanza para mantener a la familia y pagar el alquiler. Agregó que los estudios para verificar si está en condiciones de donar sus órganos dieron bien y ratificó que está dispuesta a hacerlo, "con tal de comprar una casita".
La mujer relató que durante nueve años se desempeñó en el área administrativa del Concejo Deliberante local, de donde fue despedida hace poco más de un mes.
Por último, la mujer hizo mención al caso de Sandro, quien aguarda la donación de un corazón y un pulmón: "me enteré de que lo necesita, y yo estoy dispuesta a dárselo". LA GACETA.com ©
Se trata de Blanca Mercedes Jiménez, quien se enteró de la situación que atraviesa el cantante Sandro (se encuentra en la lista de espera del Incucai para recibir un trasplante cardiopulmonar), y señaló que está dispuesta a que él sea el comprador.
"Vendo un riñón o un pulmón para comprarme una vivienda", publicó en un aviso clasificado Jiménez, quien vive en Las Talitas.
Desesperada, Blanca tomó la decisión de ofrecer sus órganos a cambio de una suma de dinero que le permita evitar el desalojo de la vivienda que alquila, junto con su marido y sus cinco hijos, por atrasos en el pago.
"Pedí ayuda a las autoridades porque nos estamos por quedar en la calle, y nadie nos quiso dar solución. Así que me decidí por esto, no me queda otra posibilidad", explicó a la agencia Noticias Argentinas.
Jiménez fue despedida hace más de un mes y, según dijo, con el sueldo de su esposo no le alcanza para mantener a la familia y pagar el alquiler. Agregó que los estudios para verificar si está en condiciones de donar sus órganos dieron bien y ratificó que está dispuesta a hacerlo, "con tal de comprar una casita".
La mujer relató que durante nueve años se desempeñó en el área administrativa del Concejo Deliberante local, de donde fue despedida hace poco más de un mes.
Por último, la mujer hizo mención al caso de Sandro, quien aguarda la donación de un corazón y un pulmón: "me enteré de que lo necesita, y yo estoy dispuesta a dárselo". LA GACETA.com ©